«Siria nos robó la inocencia a todos»

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Antonio Pampliega colocó a los alumnos del Castro Alobre ante la cruda realidad de quienes sobreviven bajo las bombas

17 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A veces nos hace falta una buena bofetada de realidad. Una como la que ayer propinó el periodista Antonio Pampliega a todo aquel que acudió a escuchar la conferencia que impartió en el instituto Castro Alobre (Vilagarcía). A los adolescentes que llenaban el salón de actos les puso las cosas muy claras desde el principio. «Sois muy afortunados. Tendréis problemas. Que si suspendéis, que si os quitan el móvil... Son chorradas», dijo. Habló sin piedad. Sin contemplaciones. Preparaba a su público para el viaje a los infiernos que iban a realizar. «No sé que pensáis que es una guerra. Yo os voy a enseñar lo que es una guerra», dijo antes de comenzar.

Primera evidencia

Pampliega es un periodista especializado en conflictos bélicos. Ha estado en varios. El último, en Siria, donde ha pasado diez meses secuestrado, con su vida pendiente de un hilo. Ha visto morir a amigos. Ha visto morir a niños. Los ha visto, también, matar. Por eso sabe de primera mano que, «la guerra es un mal que deshonra al género humano». Y la de Siria es, sin duda, «la peor de todas las de este siglo; nos quitó la inocencia a todos».

Para abrir los ojos de sus oyentes -de los jóvenes y de los que no lo somos tanto, que todos necesitamos que nos abran los ojos a veces- utilizó Pampliega su trabajo. Fotos y vídeos devastadores. Un padre con el cadáver de su hijo en los brazos y la cara desfigurada por el dolor. Una madre que llora sobre el cuerpo de su hija, que murió en un bombardeo. Esas historias, contempladas demasiadas veces, ganan peso cuando Pampliega pone nombre a las personas que en ellas han sido retratadas. Al pequeño Mohamed, que va a la escuela en un sótano y que quiere ser soldado, como su padre muerto. Por las noches, tiene pesadillas en las que los muertos que ve a diario en las calles de Alepo se levantan y amagan con atraparlo. Pampliega también habló de cuatro adolescentes, de entre 16 y 18 años, a los que siempre les gustó Messi y los videojuegos. Sin embargo, ahora son un comando en guerra. Cuando se tomó la foto, todos ellos habían matado en más de una ocasión. «Ahora quizás estén todos muertos».