El referente de un equipo empeñado en alejar la meta para seguir disfrutando del camino

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Ismael López González es con 29 años el benjamín del Club Triatlón Vilagarcía Atenas Running VDA, y también su deportista de mayor proyección, con palmarés en campeonatos autonómicos y de España

05 oct 2017 . Actualizado a las 12:08 h.

Hace dos semanas cerraba la que ha sido su temporada más larga desde su desembarco en el triatlón, a carrera cada 15 días desde febrero. Lo hizo quitándose una espina subido al segundo escalón del podio del Desafío Illas Cíes. Una prueba de media distancia (1,9 kilómetros a nado, 90 en bicicleta y 21 a pie) que Ismael López González (Caldas de Reis, 30/III/1988) había dominado en su edición anterior hasta «que el cuerpo me empezó a decir basta», dejándolo a las puertas de la tierra prometida con un cuarto puesto con sabor a chocolate amargo. La cumplida revancha tomada sobre sí mismo anima al mejor deportista del Club Triatlón Vilagarcía Atenas Runnig VDA a hablar con optimismo de su futuro, tras repasar antes un pasado deportivo surgido de una piscina, y que incluye podios autonómicos y nacionales en el duatlón y el triatlón.

Benjamín de su actual club con 29 años, afincado en Vilagarcía desde hace 2 por razones familiares, López empezó en el deporte con 12 ó 13 años en el Salvamento Umia de Caldas. Un club que llegó a compaginar un par de temporadas con el equipo de waterpolo de Padrón, ya en la veintena. Pero fue alcanzar su cénit en el salvamento, campeón gallego individual de aguas abiertas en el 2010, y «lo dejé», recuerda: «Paré un par de años de competir. Nadaba, salía a correr, y hacía algo de bici de montaña, pero muy ligero».

En 2012 se le dio por verse en un trialtón. En Bueu y en Pontevedra. De modalidad esprint, la más corta, (750 metros a nado, 20 kilómetros en bici y 5 a pie), «por probar otra cosa. Y me gustó. Vi que mejorando podía estar adelante». Mandó correos a varios equipos, y el Club Natación Ribeira lo convenció. Por su entrenador, Juan Carlos Brión. «Me hizo mejorar muchísimo. Con él fue con quien exploté, pasando de acabar bien, a acabar arriba», relata el triatleta.

El subcampeonato de España de triatlón olímpico (1,5 kilómetros a nado, 40 en bici y 10 a pie) de grupos de edad del 2013 reflejó el crecimiento que empezó a experimentar el caldense. En una categoría entonces, cierto es, por debajo de la élite en la que compiten los grandes nombres del triatlón.

Fue en el 2014 cuando «corrí en élite por primera vez», 39º en el Campeonato de España celebrado en Las Águilas, Murcia; firmando el subcampeonato gallego de duatlón un año después, también élite.

Decidió entonces Ismael cambiarse de club. Solo porque su grupo de amigos de entrenos dominicales en bicicleta habían dedicido montar la sección de triatlón del Atenas Running. Y tras un primer año entrenándose sin guía, en el 2017 se puso en manos de su excompañero en el equipo de waterpolo de Padrón Héctor Tarrío. Con él «mi mejoría en bicicleta fue notable, y corriendo también soy mucho más solvente ahora en distancias largas». En media distancia, además de su plata en las Cíes, fue bronce en el Gallego de Triatlón, también en el olípico, solo por detrás de dos habituales en pruebas internacionales, Pablo Dapena y Alberto Castiñeiras, volviendo además al Campeonato de España Olímpico Élite, con un 50º puesto en Valencia.

Sin pretensiones profesionales, con la única motivación de fondo de «seguir disfrutando de esto», la intención de López es volver a la cita nacional en el 2018, pero de media distancia, donde «creo que puedo ser competitivo». Y si bien con sus 3 horas diarias de entrenamiento, y considerando que «cada vez cuesta más mejorar», no se ve en el Top 15, «no me veo llegando aún a mi límite. El cuerpo te sorprende».