Colocan un quiosco de helados en la zona de A Compostela donde se ubicaba el acuario de César Portela

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

El quiosco, de mínimo nivel estético, vuelve a comprometer las vistas en el lugar del acuario.
El quiosco, de mínimo nivel estético, vuelve a comprometer las vistas en el lugar del acuario. mónica irago

El iglú de plástico se levanta sobre unos palés en plena arena

10 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene un tufo a antiguo innegable. El rosa pálido que lo recubre recuerda al color del mítico Frigo Pie, aquel que fue el rey de los helados durante varios de los veranos de los años ochenta. Eso en la parte que ha estado más expuesta al sol. En la zona más baja guarda un tono rojo vivo, más cercano al interior de otro mítico, el helado Drácula. Es un quiosco, de helados claro está, que alguien ha colocado en el mismo lugar donde hace solo unas semanas Costas demolió el acuario de César Portela. Es zona, por lo tanto, de dominio de este organismo, que es quien otorga las autorizaciones para la colocación de ese tipo de elementos en las playas.

El quiosco está sobre la arena, apenas a unos metros del paseo marítimo, y colocado sobre unos palés de madera. Las marcas de las mareas vivas de estos días reflejan que ha estado cerca de probar su primer baño de mar. Ayer estaba cerrado y sin ningún tipo de actividad que presagiara una apertura próxima. Cierto es que las nubes tampoco invitan a apresurarse con la apertura.

Incredulidad

La colocación del quiosco ha provocado una sensación de incredulidad entre los vecinos de la zona y los paseantes ocasiones que por allí pasan. Si con la demolición del acuario de César Portela se perseguía despejar las vistas del paseo hacia la isla de Cortegada, la presencia ahora de este nuevo elemento distorsiona la idea original.

Sorprende en todo caso que, al contrario de lo que sucede con el que está situado al inicio del paseo marítimo, en la playa de A Concha, el quiosco esté colocado sobre la arena y no en la zona de la acera, donde su impacto visual sería mucho menor.

El acuario que diseño César Portela estuvo en aquella zona de la playa de A Compostela durante tres décadas. Un reinado que acabó bajo la piqueta en el pasado mes de marzo. Su demolición fue una de las promesas electorales que lanzó Alberto Varela durante la campaña de las municipales y, aunque llevó más tiempo del que el actual alcalde deseaba debido a distintos desencuentros con los trámites burocráticos, se hizo realidad durante los últimos días del pasado mes de marzo. Del edificio no quedó ni rastro, para alegría de los vecinos que veían, así, como volvían a tener el panorama despejado aun a riesgo de perder una buena sombra. La que les puede proporcionar el quiosco, desde luego, no tendrá comparación pero, al menos, podrán refrescarse con algún helado.