Cacabelos dice que los vecinos no le expusieron estas quejas
12 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los vecinos de Hortos, que estos días impedían circular por su calle a los autobuses escolares, amanecieron ayer con novedades por parte del Concello de O Grove. Varios operarios municipales, acompañados por la Policía Local, acudían a primera hora de la mañana para modificar la señal de circulación en la intersección con Terra de Porto, para incluir una excepción: la que permite el paso a los autobuses escolares, que desde hace dos años atraviesan el vial.
El alcalde, el socialista José Cacabelos, se mostraba ayer sorprendido con la revuelta vecinal, ya que, según explica, nadie acudió a él para quejarse del tránsito de este tipo de transporte: «O que si me falaron foi do paso de peóns que están a reclamar», cuenta. El regidor admite que la carretera tiene sus peculiaridades y asegura que el paso de los dos autobuses escolares no excede los cuatro minutos.
Por lo visto, esta ruta fue acordada con Educación, «percorre a avenida de Portugal, Porto Meloxo, Virxe das Mareas, Jaime Amézaga, a estrada do Conde, Terra de Porto, cruza por Hortos para ir a Conmeniño ao instituto Monte da Vila ás oito da mañá e ás dúas e media da tarde», explica el alcalde, que asegura que cuando hacen parada en Terra de Porto no pueden girar demasiado bien en la rotonda para volver a retomar Carretera do Conde: «Sería unha manobra máis difícil e perigosa», dice. Realizar el giro y seguir por esa carretera supondría, dice Cacabelos, que los alumnos tendrían que estar veinte minutos antes en la parada, y que a la vuelta se retrasarían otros tantos. Las alternativas no son demasiado viables, según el regidor, y la actual es la más rápida y eficaz, señala. E insiste en que con la reforma proyectada para el vial, que dispone de una senda peatonal, la calle mejorará sensiblemente. De todas maneras, Cacabelos ha asegurado que se reunirá con los residentes antes de comenzar las obras para poder explicarles el proyecto.
A pesar de que ahora existe una señal que indica la excepcionalidad para que puedan pasar los autobuses, aunque tan solo en uno de los extremos de la calle, los vecinos seguirán reuniéndose estos días en los horarios previstos, a modo de disuasión.