Lo que cuenta el vino fuera de la copa

Bea Costa
Bea costa REDACCIÓN / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

Cambados ofrece un amplio recorrido sobre la historia y la cultura que rodea a los rías baixas

02 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Tenía producción, tenía tradición y la Festa do Albariño, pero a Cambados le faltaba algo más para posicionarse como capital del vino (la declaración de Ciudad Europea del Vino no llegó hasta el 2017). Con este propósito abrió sus puertas el Museo do Viño en 2001, el primero en Galicia de sus características, situado en una antigua casa rectoral y al pie de las monumentales ruinas de Santa Mariña. Las instalaciones permiten obtener una amplia visión de lo que representa la vitivinicultura en Galicia, en particular en la denominación de origen Rías Baixas, desde la contextualización histórica hasta los pequeños detalles.

Nada más entrar, el visitante se encuentra, a su derecha, una ánfora romana del siglo I, y a la izquierda, una botella multicolor pintada por Laxeiro y otra más sobria que llevó el rías baixas a la mesa de la boda de los reyes Felipe y Letizia. Desde los romanos, pasando por la Edad Media hasta nuestros días, a través de vitrinas y expositores se suceden referencias relacionadas con el cultivo de la vid, la producción y el consumo del vino. Cabe destacar una colección de recipientes elaborados por ceramistas de Buño, formada por una amplia gama de jarras, decantadores y un falsete; en la vitrina de enfrente, el protagonismo es para el vidrio, con copas, catavinos y una curiosa colección de botellas bordelesas incluida; y siguiendo el trazado de las escaleras se va topando el visitante con cestos, arrobas, barriles y artilugios añejos como una bomba de trasiego traída desde Lisboa.

Pero el museo es mucho más que un mero contenedor de utensilios. A través de sus salas ofrece información sobre las variedades de la uva, el clima, las características de la tierra, las técnicas de vinificación y da testimonio del legado cultural que ha dejado el vino a lo largo de los siglos. Valga como ejemplo una colección filatélica compuesta por sellos originales que reproducen cuadros inspirados en el mundo del vino obra de artistas tan insignes como Goya. En el museo también hay cabida para el arte moderno, el que firma el escultor cambadés Manolo Paz con una exposición de gigantes copas de granito que ocupan el exterior, y para la tradición, en forma de lagar.

Una mención aparte merece la Festa do Albariño, un acontecimiento con 67 años de trayectoria que ha sido trascendental a la hora de posicionar a Cambados como un referente en España. Su fundador, Bernardino Quintanilla, cuenta con su propio espacio en el museo, donde se muestran fotografías, artículos y documentos que hacen referencia a aquellas primeras catas con los padres de la fiesta. La sala de actos contigua se adorna con los carteles que han anunciando la fiesta década tras década y no falta el sello conmemorativo del 50 aniversario.

Hay más material que no está a la vista por falta de espacio físico, caso de un millar de etiquetas o una escultura en piedra de Santiago Apóstol del siglo XVI que ha sido donada al museo.

La concejala de Turismo, Cruz Leiro, explica que desde el Concello tratarán de solucionar estas carencias mediante un proyecto de reforma del edificio que se espera acometer con cargo al Plan Concellos 2020 de la Diputación de Pontevedra. Con él, además de solventar problemas de infraestructura -cambio de la carpintería exterior, por ejemplo-, se buscará modernizar y actualizar los contenidos, adecuándolos a las nuevas tecnologías. Entre tanto, el museo está dotado de pantallas audiovisuales, cartelería en el sistema de lectura braille y una sala que permite descubrir los distintos olores -piña, frambuesa, hojas secas o limón- que todo buen catador debe saber identificar a la hora de asomar la nariz a la copa.

El museo recibe una media de 800 visitas al mes en verano, según los datos del Concello, entre los cuales conviven familias de vacaciones hasta el turista alemán que busca vínculos de los rías baixas con los caldos del Rin.

Avenida de A Pastora (Cambados)

Por las mañana, de lunes a sábados, de 9.30 a 14 horas; los viernes y sábados, también de 16 a 20 horas. Domingos cerrado

Entrada, 1 euro. Menores de 10 años, gratis

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