Los hijos de Unha grande chea cogen el testigo

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

El objetivo de Los Lunes al col, la comparsa vencedora en el concurso de Cambados, es reanimar el entroido en la villa del albariño y su batalla, que el miércoles de carnaval sea festivo local

15 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A virxe de Fátima, el soviet de Oubiña, los food-truck amarillos, el muro de Espiñeiro, las mantillas de Padre Peña, la de Yayo, el furancho de Manuel, Lino Silva y su silla… Si usted no es de Cambados se le escaparán las claves para interpretar estas referencias. Si lo es, será difícil que no se le dibuje una sonrisa al ver y escuchar a Los lunes al col. Es la nueva comparsa de Cambados y llega pisando fuerte. Ganó el año pasado el concurso convocado por el Concello y ha vuelto a hacerlo el martes. Bienvenidos son los 400 euros del premio para costear la multitudinaria comida de entroido, pero no es el dinero su principal aliciente. Los lunes al col nació, sobre todo, para pasarlo bien, y, de paso, animar el carnaval cambadés, que anda de capa caída.

Desde que Unha grande chea colgó las botas, se echaba de menos una comparsa que abordarse la actualidad local con toques de sátira y humor. Pero aquella época gloriosa del entroido cambadés dejó poso y ahora son los vástagos de los Domin, Cores, Chon y Silva los que han tomado el relevo. Ellos y otros asiduos de las noches en A Leira decidieron el año pasado que era momento de dar el paso, y se lanzaron a componer y a cantar. Y como en vez de sol, lo que toman los lunes es alcohol en un loureiro del pueblo, decidieron darse un nombre que hiciese honor a sus sanas costumbres.

El año pasado se estrenaron con look y coreografía de mariscadoras para elevar a los altares del carnaval a Cubeiro, el majete de la bici que tan pronto se desnuda para lanzarse al mar en La Torre como para darse un baño de tinto. Esta vez se han puesto místicos, y mantilla española y vela en ristre se han ido de procesión…, por los bares. Empezaron el domingo y completarán la penitencia este domingo en el festival de comparsas de A Illa. Para que no se diga que solo cantan para los de Cambados, bajarán al terreno y hablarán del quiosco de Lola y de esas otras tiendas de barrio de toda la vida que los Alcampo y los Carrefour se están llevando por delante. Los lunes al col se lo pasan en grande y se lo hacen pasar a quienes los rodean. Pero no todo es jarana, también aprovechan para reivindicar: los miércoles de carnaval, festivo local, corean. Teniendo que ir a trabajar al día siguiente, imposible disfrutar como se merece del martes de entroido, de hecho, anteayer por la noche no se veía un alma por el pueblo, y eso, dicen, debería cambiar. Hagan juego. San Benito tiene demasiado arraigo de modo que si hay que sacrificar un festivo, mejor el de la patrona, que Santa Mariña anda en horas bajas últimamente, argumentan.

Los lunes al col están dispuestos a dar el callo para animar el cotarro. Que nadie piense que su puesta en escena es flor de un día. Llevan preparando las letras y la música desde octubre, y aunque unos son más artistas que otros -ahí están Anxo y Roi Xesteira para dar la nota- todos aportan su grano de arena. La comparación es inevitable con sus mentores. Unha grande chea dejó el listón muy alto, «pero musicalmente somos mellores nós», afirman. Su banda sonora se alimenta de guitarras, percusión, un acordeón y hasta un ukelele, y sus voces hacen el resto. Todas de hombre. ¿Por qué no hay mujeres?, preguntamos. «E que queremos que elas fagan a súa propia comparsa», explican. Y para que nadie sospeche del más mínimo sentimiento misógino, «sempre imos disfrazados de muller», clarifican. No lo tuvieron fácil para sostener la peineta en lo alto de la cabeza y tuvieron que recurrir a pelucas y a un montón de horquillas para mantenerlas firmes. Por lo demás, las mantillas españolas resultaron un atuendo cómodo y calentito para estas fechas porque el recato aconseja taparse bien. Eso sí, que las chaquetas y abrigos no impidan ver las lustrosas perlas.