Louzán habla de «xuízo político» tras volver a comparecer acusado de cohecho

Bea Costa
b. costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

El Ministerio Fiscal le acusa de un delito continuado de cohecho pasivo por haber cobrado un alquiler de unos locales comerciales

27 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Este caso se existe é porque me chamo Rafael Louzán e fun presidente da Deputación. Non hai base xurídica, nin técnica nin documental que poida acreditar que houbo delito por este tema». Son palabras del expresidente del PP de Pontevedra y expresidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, ayer, a la puerta de los juzgados de Cambados tras comparecer por orden judicial en relación al caso de los alquileres de Vigo. El Ministerio Fiscal le acusa de un delito continuado de cohecho pasivo por haber cobrado un alquiler de unos locales comerciales en la zona de Navia por encima del valor de mercado, supuestamente, como pago de favores del exdiputado del PP Severino Reguera. Era la cuarta vez que el actual presidente de la Federación Gallega de Fútbol acudía a la sede judicial por este asunto, aunque ayer no declaró y solo lo hicieron los abogados de las partes.

Según informó el propio Louzán, la fase de instrucción quedó ayer finalizada y ahora ya solo resta esperar por la decisión de la titular del juzgado número 2 de Cambados respecto a si el caso se archiva o se abre juicio oral, que sería con jurado popular en la Audiencia de Pontevedra.

Entre tanto, Louzán insistió ayer en su inocencia, calificó de «sorprendente» la acusación contra él y dijo que estaba siendo objeto de un «xuízo político». «Hai contratos na mesma rúa máis caros co meu. Comprei alí porque un veciño meu tamén comprou alí». Apeló a la libertad de mercado para defender su gestión respecto a estos locales e insistió en que la documentación presentada ante el juez acredita que la operación se ajusta a la legalidad y que no hubo ningún tipo de «dádiva».

Los hechos se remontan a 2008, cuando Louzán y su mujer compraron varios locales en Vigo, que después le alquilaron a la empresa de panadería del exdiputado de Pazos de Borbén.