El Arxil impone su dureza en Fontecarmoa para endosarle su primera derrota al Cortegada

El empate a 2 fue el único momento del partido en el que el Mariscos Antón Cortegada no se vio por debajo en el marcador en su primer derbi de Liga Femenina 2 de la temporada. Un duelo en el parqué de la caja de cerillas del Pabellón Municipal de Fontecarmoa 2 en el que la notable presencia de aficionados del C.B. Arxil anuló la sensación arropadora del factor cancha del que se presuponía debía disponer el cuadro local, apuntalando la mayor dureza desplegada por las jugadoras de Maite Méndez ante un Mariscos Antón Cortegada todavía a medio hacer. Y aún con todo, las de Javi Nogueira le metieron el susto en el cuerpo a sus rivales, poniéndose a cosa de un minuto 6 abajo, 49-55, para acabar cayendo 51-58.

Siendo justos, en ningún momento el equipo vilagarciano dio la sensación de estar en disposición de disputarle la titularidad de la victoria a su vecino del Lérez. Aún sin su base titular, la portuguesa Carolina Ribeiro, lesionada, y una anecdótica Margarita Moreira ocupando el puesto de dos, el Arxil demostró la fuerza de las inercias bien dirigidas y el potencial de una plantilla prácticamente idéntica a la que el curso pasado rozaba el pase a la fase de ascenso. Con la jovencísima Marta Fernández y la veterana María Lago dominando los duelos de bases, con Liste y Forster dueñas y señoras de la pintura y la alero montenegrina Andrea Glomazic en modo estelar desde el perímetro, sobre todo en una primera parte en la que resultó decisiva a la hora de cimentar el tempo del partido y la distribución de los papeles protagonistas con sus 14 puntos. Al descanso, 22-34 (12-19 al final del primer cuarto), cierre de un escenario descorazonador entre las filas locales, endebles en el punto de arranque de cualquier equipo con aspiraciones de ganar, la defensa, y con la alero macedonia Aleksandra Stojanovska encendiendo la única tenue luz entre la espera penumbra que descendía ante el Cortegada en cada embestida al aro rival.

El paso por vestuarios le valió a Javi Nogueira para activar a su plantilla en defensa. Superados los seis minutos del tercer acto, la cosa avanzaba a ritmo de 26-37. El problema seguía estando en ataque y para cuando el cuadro local lo empezó a resolver, ya era demasiado tarde. Una técnica al entrenador del Mariscos Antón por ver una falta a favor no pitada y otra en contra que sí lo fue en el suspiro de un costa a costa dejaba claro que ganar no pasaba por confiar en ser compensados con un bono en la línea de 4,60.

De 18 llegó a irse el Arxil, 27-45, para entrar en el último acto 31-47. Viendo la diferencia en 17 (37-54), todo parecía resuelto ya a falta de medio cuarto. Hasta que, amparados en el poder reboteador de Coello, dos triples de Stojanovska y un tercero de Lauren Loven, marca de la ametralladora USA a 9 metros del aro, se encendió la mecha de la revolución vilagarciana. Un tiro a media distancia de Manivesa que entró llorando hacía soñar al Cortegada con darle la vuelta a la tortilla. Pero el 49-55 se quedó en el grito de guerra ahogado de un equipo aún desafinado.

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