«Decidí no vender vuelos en diciembre»

b. c. VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El Salón de tus viajes es uno de las pocas agencias que están abiertas al público en la comarca

13 dic 2020 . Actualizado a las 13:14 h.

Tamara Molares es una de las pocas agentes de viaje que ha optado por levantar la verja cada mañana. Podría teletrabajar, como hacen la mayoría de sus compañeros, pero prefiere el abrigo del El salón de tus viajes porque la casa se le cae encima, cuenta, y porque de esta forma puede mantener un contacto directo con sus clientes. «Y eso me salvó». Se refiere a que, aunque con muchas dificultades, ha podido resolver con éxito los problemas derivados de las cancelaciones de viajes, los pagos por devoluciones y los trámites con consulados y embajadas para llevar a buen puerto la repatriación de más de un cliente. «Al principio la gente estaba nerviosísima, pero yo tuve mucha suerte y resolví bien. Desde el primer momento -el 8 de junio- me senté en mi mesa y siempre le dije la verdad a los clientes, eso creó mucha confianza». Y en esas está.

Reservas apenas tiene y a lo que dedica las tres horas y media que está en la oficina cada mañana es a hacer reembolsos, contabilidad y resolver dudas de quien la llama o asoma por la puerta. A estas alturas solo tiene contratados dos viajes a Canarias para Fin de Año, cuando tendrían que superar la veintena, y no descarta que, a última hora, haya que cancelar en función de la evolución de las restricciones por el coronavirus.

Tal es la incertidumbre que ha tomado la decisión de no vender ni un vuelo más en diciembre. Tratar con las compañías aéreas es un calvario porque ponen todo tipo de trabas para devolver el importe del billete, y eso cuando lo devuelven. Ni siquiera un seguro de viaje es suficiente en estos casos, explica la empresaria, de modo que El salón de tus viajes ha decidido trabajar esta temporada con los pies en el suelo, aunque eso suponga una golpe más a su ya mermada economía. «Estoy perdiendo dinero y viviendo de mis ahorros», comenta Tamara, y las expectativas son nefastas. No hay clientes y, por no haber, no hay ni producto para vender, porque las mayoristas tampoco pueden fletar vuelos y organizar circuitos ante la falta de garantías que ofrece el actual panorama. Estas agencias también están con el agua al cuello, esperando a que este temporal, que dura ya nueve meses, pase a la vuelta del invierno.