Martes de mercado, paseíllos y protestas al ritmo de las cacerolas

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Mónica Irago

Los placeros plasmaron de manera estruendosa su malestar ante la remodelación

08 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Primer martes de julio y martes de sol. La combinación ideal para que el mercadillo de Vilagarcía tuviera una más que notable afluencia de clientes. Como así fue. Con los puestos en su ubicación original, tras el acuerdo al que llegaron ambulantes y Concello -que hoy están citados a una nueva reunión- ,ayer el turno de las protestas ante la remodelación que Ravella plantea tenía a los placeros como protagonistas.

Un par de minutos antes de las doce de la mañana -la hora escogida para la protesta- solo uno de ellos estaba plantado ante el edificio, con una sartén en la mano, pero, puntuales, cuando se cumplía la hora comenzaron a aparecer ante la puerta de la plaza varias decenas de personas. Armadas con silbatos, cacerolas y hasta con un megáfono iniciaron una estruendosa propuesta. Protesta en la que contaron también con el apoyo de algunos de los clientes que por allí andaban. Algunos aplaudían al pasar, otros se quedaban para hacer patente también su malestar y a un par de mujeres, con pinta de ser de fuera de Vilagarcía, el jaleo las cogió en el umbral de la puerta de entrada y no sabían muy bien si entrar o salir. Así que allí esperaron durante un rato.

Los manifestantes estuvieron ante la puerta de entrada de la plaza durante un rato y luego, mientras un grupo se quedaba donde habían comenzado las protestas, otro, también numeroso, decidía expandir el estruendo por todo el mercado dándose un paseíllo por los puestos de los ambulantes. Mientras, dentro, algunos de los placeros seguían atendiendo sus puestos puesto que también hubo clientes que hicieron oídos sordos a la reivindicación y que compraron sus rapantes o sus xoubas entre el ruido de silbatos, cacerolas y sartenes. A la protesta, por cierto, se sumaron también representantes del PP vilagarciano.

Hoy, cerrados

La de ayer fue la primera escenificación de las protestas de los placeros ante la intención de Ravella de trasladar buena parte de los puestos de los ambulantes que hasta ahora se situaban en Alexandre Bóveda, pero no será la única. Para hoy está prevista otra contundente, puesto que han decidido mantener cerrados sus establecimientos. Además, una representación de ellos irá caminando con los delantales puestos hasta Ravella para que los ciudadanos, quienes todavía no se hayan enterado, tengan constancia de sus reivindicaciones. Lo harán solamente un grupito de ellos, puesto que no han solicitado permiso para hacer una manifestación.

Diez minutos duró la sonora protesta. Tan súbitamente como aparecieron, los placeros regresaron a sus puestos de trabajo. Fue su presidente, Juan Carlos López, quien se quedó para hacer una valoración de lo sucedido ante los medios de comunicación. «Demostramos ó Concello que temos o apoio da cidadanía. Pedimos que recapaciten e que nos sentemos para dialogar, porque non queremos nada doutro mundo: que dous medios días de cada semana ata as cinco da tarde estea a rúa cortada», explicó.

Sostienen López y sus compañeros que el gobierno local tiene que «recapacitar» porque, apunta, «un mercado que é un referente non poden esmagalo deste xeito». Y aseguran que el proyecto se ha hecho de espaldas a ellos. «Chegamos un día e vimos que estaban pintando», dice, y afirma que les presentaron el proyecto «en dez minutos, correndo» antes de una sesión plenaria. Un proyecto que, afirman, no les convence ni a ellos, ni a sus clientes, de los que López apunta que les han comentado que se sienten inseguros con los vehículos circulando por Alexandre Bóveda los días de mercado.

La propuesta que lanzaron los ambulantes, de estirar el mercadillo hacia el centro de la ciudad a través de la rúa Castelao, tampoco es del agrado de los placeros. «A única opción é que se quede onde está e sen tráfico», dice López.