El séptimo arte tiene cada vez más presencia en la oferta cultural de los concellos. Vilanova ofrecerá 40 proyecciones este año y Vilagarcía mantiene su oferta
02 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Cine, cine, cine, cine, más cine por favor..., dice la canción. No será por que lo haya pedido Luis Eduardo Aute, pero el caso es que las posibilidades para disfrutar del séptimo arte son cada vez más en esta comarca El hueco que han dejado las salas comerciales -las únicas que aguantan el tipo en Arousa están en Vilagarcía- está siendo cubierto por Internet, que pone al alcance de un clic una oferta como nunca ha habido y sin salir de casa, y por los concellos, que cada vez apuestan más por el cine dentro de sus programaciones culturales.
Las películas salen a la calle, a los auditorios, a los pabellones... y casi siempre son de acceso libre y gratuito. Esa es una de las condiciones que deben cumplir las administraciones públicas para poder exhibir una de dibujos animados o de terror. La entrada debe ser gratuita o con un precio simbólico y solo pueden proyectar películas que tengan una antigüedad superior a doce meses a partir de su estreno en salas comerciales. La ley pone a los ayuntamientos otras muchas limitaciones con el fin de evitar conflictos de intereses con las productoras y distribuidoras.
Es un mundillo complejo, por eso la mayoría de los concellos prefieren dejar el asunto en manos de empresas del sector a la hora de contratar este tipo de servicios. Una de ellas es Mr Misto, de Vilagarcía, que trabaja o ha trabajado con gran parte de los ayuntamientos de O Salnés. Precisamente estos días viene de cerrar un acuerdo con el de Vilanova para proyectar cuarenta películas a lo largo del 2020.
El nuevo auditorio Valle-Inclán está dotado de pantalla y proyector y cuenta con doscientas butacas, lo cual mejora notablemente las condiciones que ofrecía el pabellón multiusos, donde había que conformarse con ver a los actores de Hollywood en pantalla led. El gobierno local sube su apuesta y este año anuncia que habrá cine cada dos o tres semanas, además de los ciclos de Navidad y del verano.
La experiencia indica que el público lo agradece, especialmente cuando se trata de cine familiar; los niños tiran de los padres y de los abuelos, y el patio de butacas se llena. Es una buena forma de ampliar la oferta de ocio sin arruinar el presupuesto municipal. La proyección de una película le cuesta a los ayuntamientos entre 200 y 400 euros, en función de la antigüedad del título. En Vilanova pisan fuerte, pero no son los únicos. En Vilagarcía el cine ha salido a la calle en múltiples ocasiones el año pasado, y los planes de Ravella pasan por mantener el grueso de esta oferta en el 2020, aunque es pronto para cerrar la agenda.
El ciclo de cine familiar, el Fantasio na rúa, los ciclos temáticos sobre LGTBI+ y salud mental «Psicocine», el Curtas y la programación del cine club Ádega -con el que el Concello colabora, tanto en su programación fija de los miércoles como en una semana de cine del verano- llenaron la ciudad de historias para aprender y emocionarse.
O Grove, Cambados, A Illa, Meaño y Ribadumia son otros concellos que también incluyen el cine dentro de su oferta cultural, y tampoco faltan colegios y asociaciones que se suben a este carro. Un ejemplo es el IES de Valga, que el 6 de febrero inicia el proyecto de Cine Fórum en su biblioteca con la proyección del clásico Zorba.
Lo que más triunfa es el cine infantil y familiar y las proyecciones
al aire libre
«Campeones tivo más de cen pases en Galicia en 2019»
Xoán Mariño, responsable de la distribuidora y exhibidora Mr Misto, es testigo de excepción de este fenómeno. «O que antes era un tema residual para as distribuidoras agora e unha importante parte do seu negocio». Y da ejemplos: de la exitosa «Campeones» hubo más de un centenar de pases el pasado año en Galicia, un escenario que lleva a las distribuidoras a vigilar cada vez más qué y cómo se exhibe en espacios públicos. Mr Misto trabaja con las grandes, como Warner o Disney, aunque también opera directamente con productoras, lo cual le permite, por ejemplo, exhibir títulos como «O que arde» cuando todavía está en cartelera. Lo que más triunfa, dice, es el cine familiar y al aire libre.