El colegio de los olímpicos

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

AROUSA

Cuatro deportistas que estuvieron en los Juegos reciben un homenaje en el colegio Valle Inclán , donde estudian sus hijos

06 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre los padres y madres de alumnos del colegio Valle Inclán hay cuatro deportistas de élite. Fredi Bea y David Mascato, un dúo deportivo olímpico, y sus actuales parejas, Isabel García y Teresa Portela, también olímpicas, forman de la familia del Valle Inclán. Al profesorado no le pasó desapercibida la coincidencia. Así que este año, durante todo el curso, usarán el tema de los Juegos como coartada para trasladar al estudiantado conocimientos de lo más variado: desde geografía a matemáticas. Ayer, en el colegio fue día de fiesta. Y es que se inauguró formalmente «Ardia 2020». Primero, los alumnos recorrieron con la antorcha toda la aldea. Después, los catorce países -representados por las catorce clases- desfilaron por el patio, y acto seguido se procedió al encendido de la llama olímpica. No faltó ni el más mínimo detalle. Por haber, hasta hubo una auténtica antorcha olímpica que recorrió parte de Galicia durante los prolegómenos de Barcelona 1992.

El evento concentró alrededor del colegio a un buen número de padres, madres, abuelos y abuelas. A ese nutrido grupo le correspondía vitorear y aplaudir a los catorce países representados. Desde las Islas Salomon -«que algúns nin sequera sabían que existían», según aclaró el director del centro durante el acto- hasta España, que por supuesto se llevó la mayor salva de aplausos.

En nombre de los padres y madres olímpicos del Valle Inclán, tomó la palabra Teresa Portela. Parece lógico: esta infatigable deportista va camino de conseguir el pase para Tokio. Serían sus sextas olimpiadas. Así que pocas personas hay en todo el mundo más preparadas para explicar en qué consiste eso del espíritu de los Juegos. O el espíritu del deporte, porque ambos vienen a ser lo mismo.

Portela citó algunos de los valores que ha adquirido gracias a la práctica deportiva. Respeto, responsabilidad, compañerismo, constancia, juego limpio y esfuerzo. Palabras cargadas de significado que no deben caer en desuso. Porque todas conducen a una lección vital que Portela también quiso compartir ayer con el alumnado del Valle Inclán: «Todo lo bueno lleva tiempo. Si abandonamos cuando las cosas se ponen difíciles, no vamos a conseguir nunca nada».

El deporte bien entendido, dijo Portela, es «incompatible con cualquier tipo de discriminación». Esa era una lección que la rapazada parecía tener ya bien aprendida: durante el recorrido por la aldea se escuchó, varias veces, un cántico que, pese a fallarle la rima, provocaba cierta emoción: «Todos los países son lo más».

Está claro que «Ardia 2020» está dando sus resultados: los alumnos van camino de convertirse en campeones.