Portela citó algunos de los valores que ha adquirido gracias a la práctica deportiva. Respeto, responsabilidad, compañerismo, constancia, juego limpio y esfuerzo. Palabras cargadas de significado que no deben caer en desuso. Porque todas conducen a una lección vital que Portela también quiso compartir ayer con el alumnado del Valle Inclán: «Todo lo bueno lleva tiempo. Si abandonamos cuando las cosas se ponen difíciles, no vamos a conseguir nunca nada».
El deporte bien entendido, dijo Portela, es «incompatible con cualquier tipo de discriminación». Esa era una lección que la rapazada parecía tener ya bien aprendida: durante el recorrido por la aldea se escuchó, varias veces, un cántico que, pese a fallarle la rima, provocaba cierta emoción: «Todos los países son lo más».