Un informe reclamaba la sustitución de la cubierta de A Lomba en el 2015

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

La Seguridad Social concluyó, al hilo de la caída del utillero, que es la única solución que puede evitar accidentes

20 mar 2019 . Actualizado a las 21:00 h.

El Concello de Vilagarcía anunció, a finales de febrero, la inminente reparación de la grada de A Lomba por la que Pepe el utillero se precipitó en abril del 2015. La intervención, que cuenta con un presupuesto de partida de 181.442 euros, deberá ejecutarse en tres meses a partir del momento en el que los trabajos sean adjudicados. Las previsiones apuntan a que la nueva estructura estará lista a lo largo del verano. Con esta decisión, Ravella pone en marcha una medida que el Instituto Nacional de la Seguridad Social reclamaba hace ya cuatro años, apenas dos semanas después de que García Bello sufriese su escalofriante accidente mientras buscaba balones sobre la techumbre que cubre la bancada. La eliminación total de la uralita es, de acuerdo con sus técnicos, la única solución para impedir no solo nuevos percances de tipo laboral, sino también «la posible caída de trozos o incluso planchas enteras».

Aquel informe data del 21 de abril del 2015. Gobernaba entonces Vilagarcía el Partido Popular, que se limitó a retirar los fragmentos rotos y a precintar la grada que se encuentra inmediatamente por debajo del fenomenal agujero por el que Pepe el utillero se vino abajo sobre una bancada escalonada de hormigón desde una altura de seis metros. Fueron sus sucesores socialistas al frente del Concello quienes repararon el socavón de la estructura, que ahora será renovada en su conjunto. A partir de ese momento, «cualquier actividad sobre la misma será realizada por trabajadores expertos y adiestrados en la actividad previamente».

En otras palabras, la idea de recorrer con alegre temeridad la cubierta del campo de fútbol quedará desterrada. En realidad ya lo está, tal y como ayer apuntó el concejal de Deportes de Vilagarcía, Argimiro Serén. Los trabajadores municipales que se encargan del mantenimiento de las instalaciones tienen órdenes precisas de evitar cualquier ocurrencia semejante, venga de donde venga. Es más, la Seguridad Social aconseja contratar, incluso, un servicio de prevención ajeno que redacte un plan de identificación y evaluación de riesgos, y forme al personal del Arousa.

La ocurrencia de recorrer con alegre temeridad el techo del estadio ha

sido desterrada

Una estructura de amianto mal construida que ponía en riesgo al público que asistía al campo

El informe que elaboró el servicio de inspección de la Seguridad Social señalaba varios factores como causas que condujeron a la caída de Pepe el utillero. Entre ellas se indica la degradación de las planchas de fibrocemento que conforman la cubierta en cuestión. Incluso siendo nuevo, razonan los técnicos, este material es tan frágil que en absoluto garantiza una mínima resistencia al caminar sobre él. Teniendo en cuenta que las piezas se encontraban muy deterioradas, es fácil concluir que un accidente como el que sufrió García Bello era cuestión de tiempo.

La propia construcción de la cubierta se acometió de manera defectuosa. Así lo indica el estudio de la Seguridad Social, que no se explica que las cerchas se colocasen por encima de la uralita, pues esta es la razón por la que los balones se ven retenidos sobre la techumbre. Para colmo de males, añade el informe, nadie estudió en su momento el peligro inherente a la utilización de fibrocemento. Hubo una «falta de control de los riesgos que provocan las fibras de amianto a las personas, trabajadores o no, que se encuentren en la zona, incluso vecinos, ya que el estado de las uralitas es lo suficientemente deficiente como para que se desprendan partículas por cualquier tipo de movimiento de la plancha», provocado por el aire o los célebres balones. En resumidas cuentas, el simple hecho de sentarse bajo estas piezas, incluso de vivir en las inmediaciones del campo, entrañaba una amenaza para la salud.

Será una empresa especializada la que sustituya la uralita por un material seguro. Las obras incluyen pasamanos y barandillas en la zona de escaleras.