El club azul echa cuentas y apuesta por la tercera categoría del básquet nacional, cuya situación de paralización de fichajes puede beneficiarle
01 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Es la habilidad de levantarse de cada caída, coger fuerzas y darle la vuelta a las situaciones menos favorables para convertirlas en beneficiosas. Y es solo una de las que tiene el Marín Ence Peixe Galego, el equipo de un municipio de alrededor de 25.000 habitantes que, sin apenas recursos económicos, logró conquistar todas las categorías del baloncesto español hasta pararse en la antesala de la ACB.
El viaje no le salió gratis, y la apuesta tampoco. Los directivos de la entidad azul tuvieron que sentarse y echar cuentas. La aventura en LEB Oro les dejó tan tocados económicamente que no estaban seguros ni de poder regresar a Plata con todas las garantías. Pero han hecho número y, como siempre en el Peixe Galego, salen. Sea como sea, van a salir.
Ya puede que mejor de lo que piensan. Su modestia financiera hace años que pasa factura al club peixiño a la hora de fichar. Saben que ser los primeros en lanzar propuestas no suele servir cuando la oferta que se pone sobre la mesa no es tan suculenta como otras. Los rookies -como Gabe Rogers, Tim Derksen o Woo Green-, los veteranos en momentos de transición -como Jason Cain- u otros a los que vencen otras razones más fuertes que el dinero -como Pantín- son sus grandes bazas. Todos estos ejemplos lo demuestran, y su puntuación y calidad auparon al equipo azul más arriba de lo que llegaron a imaginar.
Por eso, la incertidumbre que están viviendo la LEB Plata y la LEB Oro respecto al número de clubes que formarán parte de ambas y las consecuencias que está teniendo sobre el mercado de fichajes puede acaban beneficiando a los marinenses. «Nosotros estamos acostumbrados a estos plazos», explica el entrenador azul, Javi Llorente, y el resto de los clubes, no. Aunque estén en la misma situación: «Hay muy poquitos equipos que se estén moviendo», añade el técnico. Y eso, de hecho, también afecta a sus propios exjugadores -el Peixe, al igual que otros muchos clubes de su categoría no suele firmar por más de una temporada a los deportistas-, ninguno de los cuales ha firmado ningún contrato todavía. Ni los grandes ni quienes pasaron por el pabellón polideportivo de ARaña como una promesa todavía por cumplir. Algunos de ellos, no obstante, tienen aseguradas ofertas para que no dejen de brillar sobre la cancha. En oro o en plata.