Son muchos los voluntarios de Protección Civil que eligen pasar las fiestas en la base
28 dic 2014 . Actualizado a las 04:55 h.Policías, bomberos, médicos, enfermeras, trabajadores de geriátricos, personal de aeropuertos, taxistas, camareros... Son muchos los que, mientras usted come las uvas en familia, están de guardia trabajando para garantizar que haya una perfecta cobertura ante las necesidades de la población en días tan especiales como la Navidad o Fin de Año. Ellos saben que su trabajo es así y lo llevan con buen humor en unos casos, con paciencia en otros y, en algunos, con resignación. Pero lo hacen porque también les va en la nómina, dado que hay servicios que nunca pueden estar desatendidos.
Tienen su mérito, pero todavía más aquellos que deciden hacerlo porque sí, por voluntad propia. Porque les da la gana. Porque prefieren dedicar ese tiempo a los demás en lugar de a sí mismo. Son los voluntarios que forman parte de los retenes que estos días están de guardia. Y muchos de ellos son voluntarios de Protección Civil, esos que siempre están al otro lado del teléfono para echar una mano en verano o en invierno, de día o de noche, cuando hay fútbol y cuando todos están de vacaciones. En Nochebuena y en Fin de Año...
Y hay unos cuantos en la comarca. Porque aunque en los grupos de emergencias hay personal contratado y es entre esos trabajadores entre los que se deciden las guardias obligatorias, en la mayoría de los casos van a estar acompañados por personal voluntario de Protección Civil que les echará una mano si es necesario, ya sea de forma presencial, pasando la noche en la base, ya sea pendientes de un teléfono por si los llaman, y de ser así, sin alejarse muchos kilómetros de la base y sin consumir una gota de alcohol por si hay que calzarse las botas.
Serán unas cuarenta personas, más o menos, las que permanezcan de guardia esta noche de Fin de Año. Aproximadamente la mitad, porque cobran por ello y les toca ese turno. Los demás, de forma voluntaria. Y siempre los hay.
En Valga, por ejemplo, estrenaron este año el GES (Grupo de Emergencias Supramunicipal); o sea, que por primera vez en la historia de la agrupación de Protección Civil, cobrarán por esa guardia. Hasta ahora siempre fueron voluntarios, y pese a no cobrar, nunca faltó gente. «Quedábamos porque queríamos pero tamén por responsabilidade -subraya su presidente, José Manuel Otero-. Se tes unha agrupación, o que non pode ser e que nos esteas cando tes que estar». Algo parecido ocurre en la veterana agrupación de Vilagarcía, donde a los miembros de la directiva les llama más pasar la noche juntos en la base que de copas. Y casi nunca hay problemas para establecer los turnos, ni siquiera entre los que tienen que quedar de forma obligatoria porque les toca guardia. «Si un año quedas en Fin de Año, ya no te toca al siguiente, y si por cualquier cosa alguien no puede, avisa con tiempo y siempre hay un compañero que lo haga en su lugar», indican los voluntarios.
Salvo excepciones, suele ser una noche tranquila que incluso les permite cenar en casa y comer las uvas en familia. Todos esperan que la entrada del 2015 también lo sea.
40 de retén
Presencial o localizable
Algunos voluntarios pasan Fin de Año en la base; a otros se les localiza por teléfono.