Los principales sindicatos celebraron de nuevo por separado el 1 de Mayo en Vilagarcía
02 may 2014 . Actualizado a las 06:58 h.Por separado y sin encontrarse. Así se desarrollaron las tres manifestaciones que ayer hubo en Vilagarcía con motivo de la celebración del Día del trabajador. La más madrugadora y minoritaria fue la de la CNT, que salió a las once de la mañana. Una hora después, Comisiones Obreras y UGT por un lado, y la CIG por otro, emprendían sendas marchas por las calles de la ciudad. La primera salió de Ravella con unas 400 personas, enfiló por Juan Carlos I y torció por Rey Daviña para tomar de nuevo la plaza de Ravella. Fue un recorrido más corto de lo habitual pero es que hubo que adaptarlo de manera que no coincidiera con la movilización nacionalista, que partió de la Casa do Mar.
En total, salieron a la calle cerca de un millar de personas, pocas a juicio de algunos sindicalistas teniendo en cuenta la situación laboral que vive el país con 6 millones de parados. Los gritos de «a vós que estades mirando, tamén vos están roubando», no animaron a quienes siguieron las protestas desde las aceras y las ventanas. Tampoco faltan reproches a los sindicatos. «Se nin sequeran se poñen eles dacordo», comentaba un empresario.
No es el único que lamenta la división sindical en un día como el de ayer. CC.?OO. y UGT culpan a la CIG y a la CNT de no aceptar su invitación para conmemorar en conjunto el primero de mayo y durante la concentración en Ravella no faltaron alusiones a ello. «A loita obreira ten que ser conxunta, ao fin ao cabo todos loitamos polo mesmo», indicó Juan Bao. Pero nacionalistas y anarquistas no comparten sus criterios y consideran más coherente seguir su propia estrategia.
Las próximas elecciones europeas también planeaban en el ambiente. «En Europa xógase o que é dos traballadores», señaló Ramón Bueno. «A cidadanía ten que pensar en apoiar a forzas políticas do país, que durante todos os conflitos laborais e sociais nos mostraron o seu apoio», señalaron los nacionalistas
No solo hablaron sindicalistas. Fuera del guion, dos ciudadanos tomaron el micro en Ravella para defender los derechos laborales, sí, pero también «los derechos humanos» y «la república». Allí intervino además María Carrera, la mujer que está haciendo una huelga de hambre delante del Concello para pedir que se agilice la tramitación de las ayudas sociales. «Pido que se defendan os nosos dereitos dunha forma activa, desde abaixo», señaló.
Recuperar el poder adquisitivo, la subida de los salarios, el relanzamiento de la inversión pública y la reforma fiscal fueron algunas de las propuestas lanzadas por Comisiones y UGT. La CIG abundó sobre aspectos como la corrupción y el «estado policial» que impone la Ley de Seguridad Ciudadana. Mensajes estos a los que hay que sumar las proclamas y las pancartas que recorrieron Vilagarcía, plagadas de críticas a las políticas económicas y laborales del PP. Los recortes y el paro estaban en mente de todos.