La centenaria sociedad vilagarciana quiere reinventarse para sobrevivir
29 dic 2013 . Actualizado a las 06:58 h.Hay un dato que invita a pensar que la política que sigue la directiva del Liceo Casino comienza a dar sus frutos. En la Nochevieja del año pasado, catorce personas acudieron a la calle Castelao para celebrar la entrada del 2013. Para festejar la del 2014 hace ya días que se agotaron las 300 entradas y hay unas 185 personas en lista de espera. La fiesta, que tendrá su alfombra roja y su photocall, es solo una herramienta para intentar atraer a los más jóvenes. Su vuelta -Antonio Castro y su grupo de colaboradores lo saben- es imprescindible para que la sociedad se reinvente y encuentre su sitio.
La fiesta de Fin de Año -que tendrá su segundo capítulo en Carnaval- es un ejemplo del esfuerzo que la junta directiva está haciendo para ofrecer nuevos alicientes que atraigan a los jóvenes al Liceo. El principal vivero de nuevas altas son las secciones deportivas, pero Antonio Castro sabe que la oferta de actividades paralelas es también fundamental para ganar la batalla.
La nueva sede es el elemento imprescindible que garantizaría la continuidad de la entidad. Y las cosas parecen ir por el buen camino. A pesar de que Castro no quiere dar por hecho nada hasta que todo esté firmado -la lista de expresidentes recientes que han llegado con un proyecto «espectacular» debajo del brazo es notable- las negociaciones están avanzadas y en tres o cuatro meses podría llegar alguna noticia sumamente positiva. El festival de cine, cuyo presupuesto estimado podría estirarse hasta el medio millón de euros, es la otra niña de los ojos de Antonio Castro. Y la alfombra roja, desde luego, está más que lista para ser desempolvada.