Jardín micológico

Fernando de la Peña

AROUSA

29 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Famosa por su laurisilva autóctona, con ejemplares que superan los 10 metros de altura, Cortegada, con más de 600 especies de hongos catalogadas, puede considerarse uno de los más interesantes enclaves micológicos de Europa, en relación con su tamaño. Con apenas 50 hectáreas de superficie, la suma de factores ambientales que concurren en esta extraordinaria isla han conseguido facilitar la convivencia de especies micológicas singulares. Se puede destacar la multitud de especies que colonizan la madera, o de Hygrocybes, generalmente de hábitat pratícola, y que abundan en sus bosques. También son reseñables las numerosas y espectaculares clavarias y las dos Onygenas, corvina y equina. Independientemente de los hongos raros, poco frecuentes o incluso primeras citas; lo más interesante para el investigador son su variedad y distribución. Como ejemplo de contrastes podemos señalar la Hygrocybe calyptriformis, rara en nuestra comunidad y citada en la bibliografía a más de 800 metros, con la, también poco común, Torrendia pulchella, más propia de zonas meridionales y ambas en la lista roja europea. Otra integrante de esa lista es el Phylloporus pelletieri, que se puede encontrar de forma regular en uno de sus sotos. Incluso el más experto micólogo observa con asombro la aparición, como si de un jardín se tratara, de esa multitud de seres con formas y colores heterogéneos que cubren su superficie, cuando las condiciones atmosféricas favorecen su fructificación. El último hallazgo fue la Favolaschia calocera, descrita por primera vez en Madagascar. En Europa, la primera cita fue en Italia en el 2002. En España, en el 2006 en Gijón y en Galicia en el 2011 en? Cortegada.