El diseño que ayer se presentó busca, según sus autores, provocar las menores molestias posibles a los ciudadanos. No obstante, los vecinos tendrán que ser conscientes de que durante el tiempo en el que se desarrollen los trabajos no podrán utilizar sus garajes, ni siquiera internarse a pie en las zonas que sucesivamente se vayan cerrando.
Al deterioro sufrido por el firme -en el que sin embargo apenas se ha detectado un pequeño socavón en el subsuelo, concretamente en la confluencia con A Baldosa- han contribuido diferentes factores. Algunos errores, la propia actuación de la empresa ejecutora, que empleó un palé de adoquines que no habían pasado el control de calidad por su dureza por debajo de lo necesario, y también un cierto mal uso por parte de los usuarios de la calles, especialmente de aquellos que se internan en ellas al volante a velocidades indebidas y con giros capaces de acabar dañando el pavimento. Por todo ello, Fole apeló a la concienciación cívica.