El agradecimiento de las mujeres al panadero solidario
11 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Poco a poco, las trabajadoras de Cuca, que llevan desde el lunes sumando horas de guardia ante la verja de la fábrica, van notando el cansancio. Pero ni su compleja situación laboral ni la falta de descanso conseguirán desanimarlas. Tienen, dicen, un buen motivo por el que luchar. Y tienen también el apoyo no solo de los suyos, sino de mucha otra gente que se ha sumado a esa batalla contra el cierre de una conservera que no da pérdidas.
Entre esos apoyos está el de la panadería Bello O?Campo, que desde el primer día no ha dejado de enviar vianda para que las mujeres no desfallezcan durante sus guardias. Bollería, pan y empanadas no han faltado desde entonces en la mesa de campaña alrededor de la que las trabajadoras pasan las horas. Anteayer, las operarias pedían a los medios que destacasen la labor solidaria de este negocio. Ayer, tuvieron ocasión de demostrarles personalmente, y de forma pública, su agradecimiento.
Pasado el mediodía, llegaba Manolo desde el obrador vilaxoanés con el paquete diario. Y entonces, las mujeres dejaron atrás su abatimiento y se concentraron en aplaudirle y darle vítores. «Manolo, Manolo, Manolo es c..., como Manolo no hay ninguno», le cantaron. El hombre, un poco abrumado por este gesto de cariño, trató de restar importancia a su buena obra. Es lo menos que puede hacer, explicaba, porque tiene a familiares, amigos y clientes trabajando en Cuca. Pero su modestia no convenció a la plantilla. «Se non fora así seguro que o facía igual», aseguraban.
La solidaridad de sus vecinos da alas a las empleadas de Cuca para continuar su lucha. Ni el frío, ni la lluvia, ni los planes de la empresa, conseguirán convencerlas de que plieguen velas. Cuca debe seguir en Vilaxoán.