Kiko no defraudó en A Illa

maría herbón VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Veneno llenó el auditorio durante uno de sus conciertos más íntimos

28 ago 2012 . Actualizado a las 06:56 h.

José María López Sanfeliu, más conocido como Kiko Veneno, llegó, llenó y triunfó en el concierto que ofreció el pasado domingo en el auditorio de A Illa.

Kiko, que vestía una sencilla camisa con unos pantalones y zapatillas, salió al escenario con su característica puntualidad: tan solo pasaban cinco minutos de la hora prevista para que comenzase el esperado repaso por sus grandes y nuevos éxitos.

Acompañado por siete músicos, con los grandes Charlie Cepeda y Raúl Rodríguez a las guitarras, el artista se arrancó por Lobo López y ya a la tercera canción consiguió que el público venido de todas partes de la comarca, aunque predominantemente de A Illa, se pusiese en pie durante la hora y cuarto que duró la actuación.

Entre lo intimista del concierto -con un aforo de 250 persona- y los piropos que entre canción y canción Veneno prodigaba a la localidad isleña, es lógico que los vecinos, emocionados, quisieran apropiarse del artista al grito de: «ti de aquí non saes». Y es que este artista nacido en Girona y afincado en Sevilla, ya no es la primera vez que pisa tierras arousanas para derrochar talento, puesto que en el año 2005 actuó en el Festival do Norte, en el 2009 lo hizo durante las fiestas de San Roque y también se dejó caer por el Náutico de San Vicente en O Grove. El repaso musical con el que deleitó a isleños y forasteros pasó por temas como Joselito, Palabras para Julia -con el que emocionó notablemente a todo el auditorio-, Dice la gente o la versión del Memphis Blues de Dylan.

Pero, sin duda, los momentos más emocionantes se vivieron al final del recital. El público lanzó una bandera gallega al escenario, con lo que la relación de Kiko con Galicia se reforzaba todavía más. Sobre todo, del modo en el que interpretó junto a Uxía Senlle -a quien Veneno pidió que se subiese al escenario- una versión muy peculiar del más que aclamado Volando voy, a caballo entre el español y el gallego, con el que el público cantó a pleno pulmón.