El grovense Cacabelos maniobra para atraer a Manuel Vázquez, regidor isleño, e inclinar al PSOE arousano hacia el sector crítico
25 mar 2012 . Actualizado a las 06:54 h.Dos meses por delante. Este es el margen de maniobra que los dos sectores en pugna en el PSOE gallego tienen por delante para armar a sus respectivos ejércitos y disponerlos en orden de batalla en Pontevedra. Asumido el resultado del congreso gallego, con la victoria de Manuel Pachi Vázquez, llega ahora el momento de avanzar hacia los cónclaves provinciales. Y, como se ha conocido esta misma semana, la cita en el territorio pontevedrés no se celebrará, al menos, hasta comienzos de junio, cuando el verano llame a la puerta y el combustible para las hogueras de San Xoán se acumule a la puerta de casa.
Que los socialistas arousanos afrontan este proceso en franca división es algo que quedó meridianamente claro en Santiago, cuando los delegados de la comarca quedaron divididos en dos mitades exactas: 10 a favor de Pachi Vázquez, 10 en el lado de Elena Espinosa. Lo de menos, como ayer bien dijo el propio secretario xeral del PSdeG, es dilucidar quién le puede disputar la condición de candidato a la presidencia de la Xunta en unas primarias. Lo que toca ahora es el control del partido en Pontevedra, feudo que se le resiste con Modesto Pose, secretario provincial, y Abel Caballero, alcalde de Vigo, como figuras a superar. El de O Carballiño está en campaña y eso comienza a notarse.
El valido del habilidoso político ourensano en O Salnés es, sin duda, José Antonio Cacabelos. Equilibrada la pérdida de la alcaldía de O Grove por su, al fin y al cabo, buen resultado electoral y su ascenso a diputado provincial, por concesión del propio Pose Mesura -Manuel Rodríguez Cuervo, en Vilagarcía, y Jorge María, en Vilanova, se quedaron con la miel en los labios-, el responsable de los socialistas mecos está trabajando a fondo para arrebatar el control de la comarca al denominado sector oficialista, alineado con el todavía secretario provincial del puño y la rosa.
Cambados, con Rafael Blanco y Domingo Tabuyo; Vilanova, de la mano de Jorge María; Meis, con Marta Giráldez, responsable de Dereitos e Liberdades en la nueva ejecutiva del PSdeG se han decantado ya hacia las tesis de Vázquez junto a O Grove y a la corriente crítica de Vilagarcía. Alberto García, el regidor de Catoira, hace tiempo que milita entre los detractores de Pose. Ahora, Cacabelos trata de atraer a su causa al alcalde de A Illa, Manuel Vázquez, al que invitó a participar en la reunión que el grupo crítico celebró esta semana en la ciudad de Pontevedra.
Aunque la mayoría del partido isleño siempre se ha mostrado del lado del secretario provincial, la adhesión de los dos únicos mandatarios municipales que el PSOE mantiene en Arousa podría decantar definitivamente la balanza hacia la causa contraria, calcula Cacabelos, y a ese empeño se ha dedicado con profusión. El próximo encuentro crítico se celebrará en Tui. Y el siguiente, en un par de semanas, en Caldas, convocando a la gente de dos comarcas, O Salnés y Ulla-Umia. Será entonces cuando el tablero desvele las posiciones de cada uno.
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