Rebajados durante años a la condición de supuesta lectura para chavales, los cómics constituyen hoy una forma reconocida de arte en la que hay cabida para todo tipo de lectores, tanto por sus intereses como por su edad. Por Vilagarcía y la comarca de O Salnés pululan un buen número de aficionados a las viñetas sin que, hasta el momento, ningún establecimiento se hubiese decidido a apostar a fondo por este peculiar y rico mundillo. En la capital arousana son de resaltar, por ejemplo, los esfuerzos de la librería Pampín por reunir en un rincón cada mes los comic-books de superhéroes con toda la puntualidad que los distribuidores permitían. No obstante ha sido Antón quien, en su nueva ubicación, en el número 4 de la Travesía Alejandro Cerecedo, frente al puente peatonal que salva el río de O Con hacia el parque de A Xunqueira, ha dado un enorme paso al frente que es de justicia reconocer.
En los estantes de Antón es posible encontrar un poco de todo. No faltan las referencias al complejo pero siempre fecundo universo de los superhéroes norteamericanos. Cualquier marvelzombie que se precie podrá pasear a sus anchas por la librería vilagarciana en busca de las más recientes aventuras de Spiderman , el Capitán América, Iron Man y su camarilla, con interesantísimas incursiones en las ediciones de lujo de personajes que, como Conan , viajan con toda comodidad de soporte a soporte, de la literatura al cómic y de él al celuloide. Tampoco sería correcto olvidar a la competencia marveliana, los hijos de DC, con Supermán y el espectral murciélago humano llamado Batman , cuyo renacer a manos del genio Frank Miller puede adquirirse directamente o encargarse sin problemas a través del servicio que oferta Antón vía catálogo. Claro que no solo de tipos duros disfrazados vive el aficionado. Verdaderos clásicos de la novela gráfica militan en el establecimiento arousano. Sin abandonar a Miller, otro fenómeno especializado en alimentar al mundo del cine, ahí están sus 300 o la saga de Sin City . Para introspecciones de mayor corte psicológico, incluso intelectual, se ofrece Alan Moore , autor de Watchmen , V de Vendetta o Miracleman .
No hace falta cruzar el charco, ni siquiera el telón de grelos de O Padornelo, para sumergirse en buen cómic. El escaparate de Antón muestra la última pieza de David Rubín , El circo del desaliento , y ha promocionado con éxito su anterior obra, la recopilación La tetería del oso malayo , con prólogo de Miguelanxo Prado. No hace mucho se presentó en A Guarda O burato do inferno , un trabajo de José Manuel y Ramón Trigo que bucea en las leyendas galaicas acerca de la mítica sima que se abre en la isla de Ons, uno de las puertas que, dice la tradición, dan acceso al otro mundo. También en la propia Vilagarcía hay quien se bate el cobre. El fanzine Sinónimos de Lucro, maquetado e inspirado desde la capital arousana, ha alcanzado ya su tercer número, que figura en los estantes de esta feliz librería.
La propuesta antonesca se sumerge, a continuación, en los grandes nombres del género. Es el caso de Robert Crumb quien, lejos del underground sesenteiro que lo aupó a lo más alto, se dedica a plasmar en viñetas la vida de Kafka o el mismísimo Génesis , en una creación monumental. La salud que Moebius y Jodorowsky vertieron en su saga del Incal continúa intacta, marcando en buena medida la estética de la ciencia ficción generada desde los primeros ochenta. La dura belleza de Satrapi y sus vivencias, plasmadas en Persépolis , constituyen una inmejorable elección. Al igual que el sangriento y gamberro Kid Ass de John Romita Jr. , mucho mejor que su reciente versión cinematográfica. ¿Qué más decir? Bourgeon , Hugo Pratt , Maus , de Art Spiegelman , el único premio Pulitzer concedido a un cómic, Akira , el manga y tantas buenas cosas. Lo mejor, acudir en persona.