Sigue adelante el proceso de derribo de las propiedades afectadas por la construcción del vial de acceso al muelle de O Xufre, en A Illa de Arousa. En la jornada de ayer caía parte de la última casa afectada en la zona de A Sapeira, donde ya solo queda el bar A Chabola en pie, aunque en esta ocasión las obras son acometidas por obreros contratados por los propietarios del inmueble.
El anuncio de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas de llevar a cabo la construcción de esta carretera avisaba de que dos casas, la ya desaparecida depuradora Allesa y el propio establecimiento hostelero deberían de ser reducidos a escombros. Sin embargo, en el caso de esta última casa, los propietarios han llegado a un acuerdo con la administración para que en lugar de derribar por completo la edificación, solo se haga efectivo el derrumbe en parte de la casa. Se ha realizado un estudio que concluye que se puede tirar abajo media casa, construir una nueva pared a modo de cierre y que la familia viva en la parte restante.
Se trata de una solución a medias que permite evitar el desahucio forzoso y la construcción de la carretera. Las obras están realmente muy avanzadas y los planes de la Xunta siguen hablando de estrenar esta vía de comunicación en los próximos meses, preferiblemente durante el verano.
Ahora todas las miradas se ciernen sobre el bar, que será la última de las cuatro propiedades amenazadas de derrumbe en desaparecer. Obviamente cuando las excavadoras terminen el derribo iniciado ayer habrá comenzado la cuenta atrás para este establecimiento.
Cuando eso ocurra se pondrá fin a un proceso que se ha dilatado durante varios meses. El complejo proyecto de eliminar el tráfico pesado del centro del casco urbano isleño se habrá cobrado diferentes edificaciones, habrá afectado a varias familias y dotará al municipio de una nueva infraestructura demandada, aunque se ha hablado mucho de poder acabar en los tribunales.