12 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Voy a hablarles con la sabiduría que me da el fracaso. La frase no es mía, aunque se me ajusta como un guante. Es de Roberto Iniesta, un poeta que, además, toca la guitarra, canta y es el alma del grupo Extremoduro. Fracasar no es del todo malo. La verdad es que solo se aprende de los fracasos. De las equivocaciones. El éxito es mal compañero si lo que se quiere es aprender. Será que es más fácil aprender en la vida lo que no hay que hacer que lo que se debe hacer. No sé. Yo he fracasado algunas veces. También he tenido mis éxitos. Los fracasos me han hecho más sabio, más pausado, más tolerante, más paciente, más transigente y menos vehemente. Los éxitos solo han confirmado cada uno de mis defectos. Si Vilagarcía ha fracasado estrepitosamente en algo es en la regeneración de la playa de A Concha-Compostela. No se hizo del todo bien en el primer plan, el que vino de la mano del paseo marítimo. Pero bueno, fue pasable. Pero de una arena malilla pasamos a la vergüenza de la arena negra de este verano que, para colmo de males, ahora se ha teñido de verde. Dicen que el verde es el color de la esperanza. En este caso es el de la vergüenza. El Concello no lo ha hecho nada bien en este asunto. Han fracasado. La pregunta es si aprenderán algo de su fracaso.