Dos mundos

AROUSA

19 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Yo creo que no es que haya dos Españas, sino dos mundos. Y si usted piensa que ahora me voy a poner profundo y les voy a hablar de la cumbre del clima, de la pobreza y la desigualdad siento defraudarles. Yo creo que el mundo se divide, por ejemplo, entre los que beben Coca-Cola y los que prefieren la Pepsi. O entre los que comen Nocilla y los que nos hemos pasado a la Nutella. Qué descubrimiento, de verdad. Nunca se lo agradeceré suficiente a mis amigas Bea y Yolanda, grandes adalides de esta crema de chocolate con avellanas. De niño, cuando bebía leche -ahora me repugna- en mi casa éramos de Nesquik. Una rareza, porque en el cole eran mayoría abrumadora los del Cola-Cao. También están los del pan Bimbo y el Panrico, aunque ahora hay muchas más marcas, o los de la tónica Schweppes y la Nordic, aunque esto ya es más moderno y con otros fines. En esta gran división mundial casi siempre he estado del lado de las minorías, porque también era de los que me traían los regalos de Navidad el día 25 pero, para mayor rareza, no era Papá Noel, sino los Reyes Magos. Mi madre nos decía que no les daba tiempo en un solo día y que se había dividido el mundo en dos. Sonaba lógico. Tanto, que es exactamente lo mismo que le digo ahora a mi hija Helena.