El gobierno local estudia conceder ventajas fiscales a quienes utilicen este sistema de reciclaje
07 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Han pasado casi diez años desde que el Concello de A Illa decidió embarcarse en la aventura del compostaje. Repartir entre los vecinos unos contenedores que les iban a permitir convertir en abono los residuos orgánicos domésticos fue una decisión audaz que mereció todo tipo de reconocimientos y galardones. Pese a ellos, los composteros atravesaron una etapa oscura. Una época en la que poco o nada se sabía de los contenedores instalados y de quienes habían adquirido el compromiso de utilizarlos. Pero esa fase de sombra parece haber terminado, y el Concello de A Illa está dispuesto a revitalizar un proyecto que se ha convertido en uno de los símbolos del municipio.
La concejalía de Medio Ambiente isleña, dirigida por Dolores Folgar, ha decidido dar un nuevo impulso al compostaje. Ese gabinete, con la técnico Tamara Dopico a la cabeza, está realizando un «seguimento dos preto de 400 composteiros instalados anteriormente mediante o proxecto Life 98». De momento, ya se ha realizado un seguimiento de los contenedores colocados en las calles Palmeira, Semuíño y Testos.
El éxito de estos composteros ha sido desigual. En algunos domicilios apenas se ha utilizado este sistema de reciclaje de la materia orgánica, pero en otros quieren ampliar el número de recipientes.
Esta campaña de seguimiento de los composteros instalados hace unos diez años es solo la primera etapa de un ambicioso proyecto con la que el Concello de A Illa pretende reactivar este modelo de gestión de residuos. La intención de Dolores Folgar es doblar el número de contenedores existentes en la localidad. De hecho, desde el ayuntamiento ya se han solicitado a Medio Ambiente otras 400 unidades más.
Para encontrar hogares dispuestos a acoger esos composteros, el Concello va a realizar grandes esfuerzos de sensibilización de la población. Campañas mantenidas en el tiempo con las que se pretende hacer llegar a todos los isleños las ventajas medioambientales y sociales del reciclaje en general y del compostaje en particular.
Ese tipo de campañas son necesarias. Acudir a los colegios para realizar trabajos con los niños también es preciso. Pero el Concello sabe que la zona más sensible de casi todos los ciudadanos es el bolsillo, así que se está barajando ya la posibilidad de aplicar algún tipo de incentivo fiscal -probablemente una rebaja de las tasas- a aquellas personas que hagan gala de buenos modales en lo que a la gestión de residuos se refiere.
El alcalde de A Illa, el socialista Manuel Vázquez, recuerda que el gobierno local ya intentó sacar adelante una medida similar en el 2004. En aquel momento se había planteado rebajar siete euros al año del recibo de basuras a quienes utilizasen como es debido el compostero. La medida, entonces, no fue aprobada. Tal vez ahora corra mejor suerte. Sería, sin duda, un gran paso para ganar adeptos para la causa del reciclaje de los residuos orgánicos.