Raluy

| XURXO MELCHOR |

AROUSA

ENTRE LÍNEAS

18 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

DE NIÑO no fui muchas veces al circo. En mi memoria sólo retengo la vez que fui al Circo de los Payasos con el colegio. El de Gabi, Fofó y Miliki. Lo más mágico fue que salí por la tele. El domingo fui al Circo Raluy, instalado hasta hoy en Vilagarcía. Dice la publicidad que es un circo clásico. Y así es. Cero chorradas y cero pomposidad. Pero mucha, mucha diversión y originalidad. Las actuaciones son las mismas que cuando el circo era circo y no artificio. Estás tan cerca de la pista que en los números casi puedes oler el sudor del equilibrista, ves tensarse los músculos de los trapecistas e intercambias sonrisas con los payasos. El resultado, dos horas de diversión en estado pudo. Dos horas de circo en vena. Raluy hace hoy las maletas y se marcha de Vilagarcía pero, si quieren, aún pueden apuntarse a la última función. Merece la pena.