Vilagarcía, poco espacio para una intensa actividad

Bea Costa
Bea Costa VILAGARCÍA

AROUSA

13 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

?ilagarcía cuenta con seis centros de lectura públicos (cuatro municipales) pero es la Rosalía de Castro, ubicado en el centro de la ciudad, el que acapara la mayor parte de la actividad. Las instalaciones se quedan pequeñas para dar servicio a las 40.000 personas que las utilizan cada año. El concello está sopesando su ampliación a la planta baja de la casa de la cultura. ?a Unión de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas (IFLA) recomiendan que las bibliotecas públicas deben disponer de una media de dos o tres libros por habitante. En los doce municipios de la zona Arousa-Salnés sólo un concello cumple este requisito: Pontecesures con 9.394 volúmenes. Vilagarcía, A Illa o Meaño tienen 1,5 libros por habitante mientras que Cambados y Ribadumia no llegan a la unidad por habitante. Pero no sólo la cantidad es importante. Los organismos oficiales también hacen hincapié en la necesidad de atender, también, a la calidad de las colecciones e infraestructura. La falta de una planificación adecuada provoca que muchas bibliotecas municipales, especialmente las más pequeñas, se nutran de fondos sin un criterio profesional y con el único afán de llenar las estanterías con libros que no siempre responden a las necesidades de los usuarios, en su mayoría escolares. De modo que es fácil encontrar publicaciones muy especializadas de autores que editó la Diputación o cualquier consellería de la Xunta cuando hay déficit de enciclopedias o diccionarios de consulta. Faltan profesionales La mayoría de los municipios cuenta con una biblioteca central y agencias de lectura distribuidas por las parroquias. En Vilagarcía, por ejemplo, hay hasta seis centros de lectura (cuatro municipales), en Vilanova tres y en Cambados, cinco. Esta diversificación supone un problema a la hora de atender el servicio pues los concellos carecen de personal suficiente y cualificado. En consecuencia, las instalaciones funcionan en horario reducido (por la tarde) y con medios muy limitados. Las bibliotecas centrales, mejor dotadas en general, funcionan todo el día y en época de exámenes amplían su horario para dar servicio a los estudiantes, caso de Vilagarcía y O Grove.