Análisis | Las causas del declive El tabaco de contrabando ya no es negocio ni para quien lo transporta ni para quien lo vende, que no se arriesga a una multa por el escaso margen de beneficio
05 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Que el contrabando de tabaco no es negocio frente, por ejemplo, al de hachís o cocaína, cae de cajón. Se mire por donde se mire, tanto desde el punto de vista de la rentabilidad económica como desde la facilidad del transporte. Una caja de rubio americano ocupa en la lancha mucho más espacio que un kilo de coca y el precio en el mercado es muy inferior. No es extraño que los que formaban las redes del contrabando se hayan atrevido a dar el salto, con contadas excepciones motivadas por asuntos morales. Hay a quien no le importa ganarse la vida defraudando a Hacienda pero piensa que lo de las drogas son palabras mayores; a fin de cuentas, fumar no mata, aunque ahora rece ese aviso en las cajetillas. Pero la venta del rubio de batea ya no interesa tampoco al último eslabón de la cadena, el que la vende al cliente. Lejos quedan los tiempos en los que el tabaco con membrete americano se disponía en la estantería más vistosa de la barra del bar. Hoy en día, el escaso margen de beneficio de la cajetilla no invita a arriesgarse a una multa cuya cuantía depende de la mercancía decomisada pero que en ningún caso es inferior a los seiscientos euros y puede implicar el cierre del establecimiento. Ventas en el estanco No es de extrañar, por lo tanto, que la venta de tabaco rubio en los estancos se haya disparado en los últimos años, con un incremento cercano al 40% desde 1998. Una prueba más de que los gustos de los consumidores también se educan. Hace veinte años se decía que el Winston americano sabía mejor, y habida cuenta de que no había problema alguno para encontrarlo, sus fieles clientes no entraban en el estanco más que para compar sellos. Esta exitosa campaña publicitaria que se extendía por el escasamente profesional pero sí efectivo método del boca a boca ocasionó entonces pérdidas de 60 millones de euros a Hacienda en la provincia. Eran años en los que fumar aún estaba bien visto.