Alarde de poderío en Sisán

Bea Costa
B. Costa VILAGARCÍA

AROUSA

ALEJANDRO RODRÍGUEZ

No fue en Vigo ni en Santiago. Fue en Ribadumia. El PP desplegó toda su artillería -gaitas, marisco y altos cargos- para presentar a su primera candidatura sin Nené

03 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

En Ribadumia la política era aburrida. Pero el panorama cambió desde que José Ramón Nené Barral dejó el cargo y decidió presentar su propia candidatura independiente para optar a la reelección. El PP ganó muchos votos con Nené, lo que está por ver es si Barral los ganará sin el PP. Pero los populares están, por lo menos, intranquilos a juzgar por el despliegue que están haciendo en este municipio. Fraga y Rajoy ya lo visitaron en varias ocasiones en pocos meses y el PP echó ayer el resto en la comida de presentación de su candidatura. A la una y cuarto de la tarde ya estaba la Banda de Gaitas de la Diputación de Pontevedra formando en la entrada del hotel San Marcos (Sisán) para recibir a la comitiva. Poco a poco fueron llegando los invitados entre los que se encontraba una nutrida representación de candidatos y alcaldes de la comarca. A las dos menos veinte llegó la ministra de Sanidade, Ana Pastor. Pero ¿dónde estaba Louzán? El presidente provincial del PP y hombre poderoso de Ribadumia llegó un cuarto de hora más tarde en la caravana de audis de Don Manuel y su su séquito de conselleiros. Fraga repartió besos y abrazos. Primero a la candidata, Salomé Peña. Después tocó la sesión fotográfica: con la lista al pie de las escaleras, con los candidatos llegados desde Nigrán o Vilaboa... Por haber hasta hubo cortinilla para descubrir el cartel de precampaña. Las autoridades entraron por fin al restaurante, pero todavía no era el momento de comer. Faltaba una hora de discursos, que se hizo demasiado larga, máxime teniendo en cuenta que sobre la mesa estaba ya la piña mariscada y la centolla. El primero en hablar fue Louzán el hombre que, en palabras de la ministra «tanto hizo por los pueblos de la provincia y, especialmente, por Ribadumia». Después intervino Salomé Peña que, como ya va siendo norma, se prodigó en elogios para la Xunta y el Estado y ofreció un rosario de obras. Ana Pastor se encargó de darle a la audiencia un atracón de la política de Madrid recordando las nuevas medidas fiscales y la apuesta del partido por las mujeres «jóvenes y preparadas» como la candidata de Ribadumia. Pero, como siempre, el más esperado era el presidente. El Prestige y la guerra se lo dejó a otros. Él optó por un discurso sentimental en el que no podían faltar sus recuerdos de Londres y su paso por Cambados y Santo Tomé. Y Fraga se emocionó, y el público le aplaudió. Sólo faltaba el guiño a Nené, y lo hubo. «Os partidos políticos son necesarios e as candidaturas independentes son de xente que ten envexa ou ganas de amolar, pero non garantizan a continuidade». Y con un «pensade ben o que ides facer», se dio paso al himno gallego y los centollos.