Arousa se volcó con la huelga general

Susana Luaña Louzao
SUSANA LUAÑA VILAGARCÍA

AROUSA

V. MEJUTO

El rechazo al «decretazo» dio lugar en Vilagarcía a una de las mayores manifestaciones registradas en la historia de la comarca Fue la mayor manifestación que tuvo lugar en Vilagarcía después de la organizada por la Plataforma en Defensa da Ría en protesta por los depósitos. La repulsa al «decretazo» concentró en la ciudad a unas siete mil personas según los sindicatos y tres mil según las fuerzas del orden. La huelga general tuvo en la ciudad un seguimiento cercano al cien por cien, tanto en las empresas como los servicios públicos y los comercios. También en O Grove la incidencia del paro fue alta. No ocurrió lo mismo en otras localidades de la comarca, como Cambados. La jornada se registró sin incendentes, salvo las inevitables tensiones producidas por los piquetes.

20 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

La huelga se respiraba en el ambiente cuando la jornada amaneció en Vilagarcía. La mayoría de los comercios siguieron las recomendaciones de Zona Aberta y no abrieron sus puertas por la mañana. Los que sí lo hicieron, como el centro comercial o Zara, no tardaron en cambiar de opinión en cuanto recibieron la visita de los piquetes. En el Puerto el paro fue total. No así en Hacienda, donde buena parte de los funcionarios acudieron al trabajo. Las empresas de mayor tamaño reconocieron que trabajaban bajo mínimos o habían paralizado su actividad. Tal es el caso de Kvaerner, Larsa o Lantero. En los centros de estudios el seguimiento fue irregular. Hubo malestar en el Armando Cotarelo Valledor porque el director convocó para la mañana de ayer un claustro que sorprendió y causó malestar entre el profesorado. Los piquetes incitaron al cierre a los escasos comercios que abrieron sus puertas. No hubo incidentes graves, aunque sí las típicas denuncias de coacción que lanzaron algunos comerciantes por haber tenido que cerrar y los sindicatos, acusando a empresarios de no permitir a sus empleados ejercer su derecho a la huelga. En concreto, Fernando Ramos, de CC OO, se refirió a Megasa, acusando a la dirección de coaccionar al personal con contratos precarios. Caldeado el ambiente, no tardaron los manifestantes en concentrarse en la plaza de Ravella para asistir a la manifestación. En la cabeza, además de los principales representantes de los sindicatos en la comarca, concejales del PSOE y BNG y dirigentes de IU, figuraba el alcalde de Vilagarcía, Javier Gago. Inevitable el baile de cifras: unas tres mil personas según la policía, siete mil según los sindicatos. El dato objetivo es que, después de la manifestación organizada por la Plataforma en Defensa da Ría contra los depósitos de Ferrazo, fue la más multitudinaria que vivieron las calles de Vilagarcía. Tras recorrer la ciudad, los manifestantes se concentraron en la plaza de Galicia, donde Ramón Caride leyó un comunicado.