La razón básica de este desequilibrio se encuentra en los criterios que sigue la Diputación para el reparto del Plan Provincial de Cooperación. En teoría, la población del municipio influye un 60% en la distrubución de los fondos, mientras la extensión territorial se limita a un 40% Sin embargo, en aquellos núcleos que superan los 20.000 habitantes, se excluye del cómputo la población del casco urbano. De esta forma, concellos como Vilagarcía o Marín ven muy reducida su población real. Esta situación motiva duras críticas por parte del grupo socialista -no en vano los ayuntamientos más perjudicados están gobernados por el PSOE-, que calcula que cada uno de los municipios afectados pierde unos 120.202,42 euros (20,00 millones de pesetas) anuales.