En baloncesto, muchas veces menos es más

Mozan Rivera EL ESCÁNER

ANDAR MIUDIÑO

LOF

30 abr 2023 . Actualizado a las 00:46 h.

Defensivamente el equipo valenciano comenzó el partido siendo fiel a su obsesión por evitar los tiros de tres puntos de los rivales y el Obradoiro lo entendió perfectamente, atacando con gran agresividad y verticalidad la canasta rival, anotando tres acciones fruto de tres penetraciones más una asistencia a un roll profundo de Rubén Guerrero. El plan de ataque estaba, pues, funcionando perfectamente, con el lunar de alguna pérdida no provocada.

 El acertadísimo plan defensivo inicial de defensas alternativas ayudaba al equipo santiagués a dar respuestas a más de uno y de dos problemas que te plantea la defensa individual de un rival como el taronja, ante el cual nunca es sencillo saber por dónde estirar más la manta. La lástima fueron dos balances defensivos que no se hicieron y las pérdidas antes aludidas, que fueron puntos gratis para el rival.

En el segundo cuarto, el Obra tenía claro el plan defensivo para esos momentos, véase como ejemplo un par de dos contra uno sobre Dubi que rompieron completamente el timing del contrario. En ataque, encontró el acierto tras el 6,75 merced a buenos triples de los llamados de pintura, esos en los que el balón sale desde dentro de la zona hacia fuera tras penetraciones o balones en el poste.

 En el inicio del tercer cuarto, alguna que otra mala posición defensiva pasó factura en forma de dos canastas fáciles y, en ataque, el balón salía de la pintura perfectamente, pero el acierto ya no era el mismo, aunque la fluidez en el juego y el movimiento del balón fuesen los correctos.

De nuevo esas pérdidas y el hecho de no «pisar pintura» tanto como se había hecho durante los primeros cuartos, así como algún triple sobre bote quizás precipitado, no permitía anotar al equipo, que estaba compitiendo perfectamente pero no sumaba en el casillero. Solo cuando el balón entraba en la zona, tras continuaciones o penetraciones, y volvía a salir fuera el Obra anotaba de tres en tres con buen porcentaje.

Partido en donde se demuestra de nuevo que, en baloncesto, muchas veces menos es más; menos pérdidas son más posesiones, menos botes son más pases y, normalmente, esto último son más «tiros libres» en juego.