Junto con Robertson lideró el ataque ante el Manresa
03 abr 2022 . Actualizado a las 22:32 h.La llegada de Philip Scrubb al Monbus Obradoiro tiene algo de serendipia. En plena búsqueda de un pívot tras la marcha de Filipovity y la lesión de Álex Suárez, entró en el radar el internacional canadiense. Su desvinculación del Avtodor Saratov tras la invasión rusa en Ucrania era cuestión de días y el club se vio ante una oportunidad con la que no contaba. No dudó en dar el sí.
Llegó con cierta ventaja en la adaptación, ya que comparte selección con su hermano Thomas y con Kassius Robertson. Y ya conocía la Liga Endesa de su paso anterior por el Estudiantes. En su presentación, solo pidió algo de tiempo para conocer bien los sistemas de Moncho Fernández. Y lo cierto es que en cada partido ha ido elevando su rendimiento.
Junto con Robertson, lideró el ataque del Monbus Obradoiro frente al Baxi Manresa. Le tocó jugar como alero, como escolta y como base. Y no solo eso. Llevó el volante y mandó en los minutos finales del último cuarto y en la prórroga.
Kassius Robertson anotó veinticinco puntos y regaló otros dieciséis con sus asistencias. Philip Scrubb sumó trece y tres pases de canasta. En consecuencia, ambos tuvieron una participación directa en 60 de los 98 puntos que convirtió el equipo.
Philip Scrubb agradece todas las facilidades que ha encontrado para ponerse al día en el equipo: «Los compañeros me han ayudado, al igual que Kas y Tommy. Los entrenadores han estado mucho tiempo enseñándome. Es un equipo en el que gusta jugar».
También destaca el papel de la afición, a la que atribuye una cuota importante del último triunfo: «Nos han llevado a una gran victoria contra un gran equipo. Notamos mucho su apoyo, la energía que nos dan». En todo caso, es partidario de pasar página y empezar a pensar ya en la próxima jornada.
Philip Scrubb ha podido comprobar que «la ACB sigue siendo una competición muy dura. Cada victoria cuesta mucho, antes y ahora. Por eso, cuando las consigues, también saben mejor».