El Obradoiro esprintó y aguantó el estirón final del Fuenlabrada para ganar por 93-81

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

Desactivó al conjunto madrileño durante casi treinta minutos y supo administrar su renta

04 oct 2021 . Actualizado a las 21:28 h.

Sar disfrutó con la segunda victoria de su equipo en un partido que el Monbus Obradoiro dominó de principio a fin ante el Fuenlabrada, 93-81, gracias a una gran defensa en los tres primeros cuartos. En el último despertaron los visitantes, cuando se reencontraron con el triple. Pero ya era tarde.

La tarde arrancó con mal tiempo fuera de Sar y el primer contratiempo del curso dentro. Ellenson fue baja de última hora por un esguince. De principio el equipo se quedaba sin entre quince y veinte puntos, a tenor de lo sucedido en las tres primeras jornadas, y con buena parte del trabajo de la semana en la carpeta de spam. Y la misma reflexión vale para buena parte del scouting del Fuenlabrada. Raventós lo había significado como uno de los jugadores destacados de esta temporada, por su polivalencia.

El Monbus Obradoiro completó unos primeros veinte minutos en los que rayó a un nivel muy alto, tanto en ataque, con momentos de sinfonía en la circulación y finalización, como en la defensa.

Hizo un gran trabajo colectivo para mermar dos de las principales vías de anotación del Fuenlabrada: las acciones de uno contra uno, en las que casi siempre aparecía alguien para cerrar el paso y obligar al jugador que penetraba a enviar el balón atrás, y los triples (solo consintió seis lanzamientos, uno de los cuales acabó en el aro).

El colectivo de Moncho Fernández empezó cargando los primeros ataques sobre Birutis, que se desató sin las mascarilla y se convirtió en un coloso. Pero enseguida se fueron sumando los jugadores del perímetro. Y en el primer cuarto ya habían cargado con un par de faltas personales a los dos principales exponentes ofensivos visitantes, Cheatham y Meindl.

El Monbus Obradoiro cerró el primer cuarto con ocho puntos de renta y la siguió ampliando paulatinamente con la misma receta: defensa muy seria y ataque muy fluido.

En los minutos previos al intermedio despertó Meindl, autor de los seis puntos de su equipo antes de llegar al descanso, muy celebrados por su banquillo. Pero el Obra aguantó el pulso contestando a cada canasta.

La segunda mitad arrancó con un 50-31 y el Obradoiro estaba sobre aviso respecto a las rachas del Fuenlabrada. Ni se confió ni levantó el pie del acelerador.

Raventós salió sin ningún cinco y emparejó a Eyenga con Birutis en defensa. El lituano lo aprovechó y el técnico fuenlabreño no tardó en deshacer la apuesta.

Los santiagueses seguían ampliando la diferencia muy poco a poco. Pero tenía que llegar un momento de desconexión. Moncho Fernández tuvo que proteger a varias de sus piezas por las faltas personales y para no cargarlos de minutos. El rival se instaló en una zona y durante unos minutos el partido se desordenó. Y ahí sacaban ventaja los visitantes. La renta, que llegó a ser de 29 puntos, se quedó en 24 al acabar el tercer cuarto.

Tardó, pero el Fuenlabrada encontró la manera de entrar en combustión, coincidiendo con un segmento de atasco local en ataque, incluso en el tiro libre.

El tramo final se hizo largo y el Obra agradeció los réditos acumulados durante treinta minutos. Empezaron a entrarle los triples a Emegano y a Cheatham y la diferencia empezó a estrecharse. Pero había mucho que recortar y el conjunto santiagués amarró la segunda victoria sin pasar apuros.

FICHA TÉCNICA

Obradoiro 93: Hobbs (4), Robertson (21), Scrubb (12), Álex Suárez (7) y Birutis (20) -cinco inicial-. Okouo (4), Zurbriggen (3), Oliver (2), Beliauskas (10), Álvaro Muñoz (10) y Filipovity.

Fuenlabrada 81: Armand (2), Eyenga (6), Meindl (13), Cheatham (12) y Alexander -cinco inicial-. Emegano (26), Novak (12), Chema González, Ristic (4), Bagayoko (3) y López (3).

Parciales en cada cuarto: 22-14, 28-17, 24-19 y 19-31.