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Brizuela aniquiló al Obradoiro en la última décima de segundo: 83-85

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

El talento individual marcó las diferencias en un encuentro muy igualado

20 mar 2021 . Actualizado a las 20:52 h.

El Monbus Obradoiro sigue mejorando en el capítulo de la autoestima pero con eso no le basta para cambiar su inercia. Esta vez nueve puntos en el último minuto y medio para poner el 83-83. Pero quedaban 2,5 segundos, suficientes para que Brizuela liquidase la contienda y las esperanzas locales. El talento individual marcó la diferencia en un choque muy igualado, con un arbitraje muy por debajo del nivel del juego.

Las señales negativas vuelven a conectar con el apartado físico. Ozmizrak apenas jugó en la segunda mitad y no se pareció en nada al de las jornadas anteriores. Birutis es una lámina. Se quedó en menos de doce minutos.

El conjunto santiagués arrancó bien, recordando al equipo de principios de temporada, espoleado por el acierto en ataque y con una actividad defensiva suficiente para que el rival no encontrase continuidad.

El Unicaja no estaba cómodo. Sus primeras canastas llevaron el sello de Thompson, en acciones de uno contra uno. En el juego colectivo no estaba encontrando buenas posiciones o, cuando menos, con buenos porcentajes.

En el otro lado los más inspirados eran Robertson, autor de tres triples, y Enoch, que hacía mucho daño en la pintura.

Katsikaris buscó soluciones en las rotaciones y las encontró en el talento individual. En el primer cuarto ya había dado cancha a todos sus jugadores excepto Mekel y fue el reaparecido Brizuela el encargado de desatascar el ataque.

Con eso y con dos pérdidas hacia el final del cuarto, fruto de dos ataques muy espesos, los andaluces dejaron en seis puntos una desventaja que llegó a ser de diez.

En el segundo cuarto cambió el viento. El Obradoiro no defendió ni mejor ni peor. Pero atacó con menos criterio y menos puntería. Al revés le sucedió al Unicaja, que siguió confiando en acciones individuales, ahora más de Jaime Fernández, y también encontró tiros liberados. El que mejor los aprovechó fue Abromaitis. Al descanso se llegó con un 40-41 y un carrusel de sensaciones difíciles de digerir.

El tercer cuarto se movió en distancias cortas. Empezó con un intercambio de triples y continuó con la misma dinámica, pero en los tiros de dos, para llegar al último acto con 60-62.

Y en esos diez minutos del final, al Obradoiro, que no está para alardes, tampoco le acompañaron los pequeños detalles. Eso sí, en ningún momento bajó la guardia y se quedó muy cerca de la épica.

En los momentos decisivos siempre salió cruz. Defendió bien el primer ataque y Álex Suárez, solo, marró un triple para ponerse uno arriba. En el siguiente ataque Oliver regaló tres tiros libres que no desaprovechó Alberto Díaz. De un posible 62-63 se pasó a un 60-65.

El Unicaja estiró la diferencia hasta los ocho puntos con poco más de cinco minutos por disputar. Moncho Fernández devolvió a pista a Enoch, que completó su mejor partido de la temporada. Y con cuatro puntos suyos y un triple de Cohen el Obra se puso a uno.

Dilapidó los siguientes cuatro ataques y el rival contestó con un parcial 8-0. Quedaba 1.43 y el último arreón santiagués. Oliver puso el empate con 2, 5 segundos. Y Brizuela evitó la prórroga en la última décima de segundo.

Ficha técnica

Monbus Obradoiro 83: Ozmizrak, Robertson (22), Czerapowicz (10), Daum (5) y Cohen (12) -cinco inicial-. Álvaro Muñoz (3), Oliver (6), Beliauskas, Birutis (1), Enoch (24) y Álex Suárez.

Unicaja de Málaga 85: Jaime Fernández (10), Francis Alonso, Waczynzki (5), Thompson (8) y Thomas (6) -cinco inicial-. Brizuela (19), Alberto Díaz (6), Abromaitis (7), Guerrero, Nzosa (7), Bouteille (15) y Mekel (2).

Parciales en cada cuarto: 26-20; 14-21; 20-21; 23-23.

Árbitros: Miguel Ángel Pérez Pérez, Luis Miguel Castillo y Joaquín García.

Incidencias: Multiusos de Sar. Vigésimo séptima jornada de la Liga Endesa, disputada a puerta cerrada.