—¿Echa de menos la adrenalina de Sar?
—¡Hombre, hombre claro! He visto el play off, y creo que salió muy bien, pero se echa en falta al público. No es lo mismo. Echo de menos la emoción que se vive en Sar, con toda la gente al lado del equipo. Llevo muchos años en esto del deporte y fue una novedad la de este final de temporada, y está bien comprobar las diferencias. Y ha ganado la Liga un club que llevaba muchos años sin conseguirla.
—¿El gran desafío, sin covid-19 por medio, es conseguir aspirar a algo más que al título de la permanencia?
—Esa ilusión de poder dar un paso más la tenemos muy presente. ¿Cuándo va a ser? Cuando toque, cuando se den las circunstancias. Si el estado de emergencia hubiese llegado una semana más tarde, se hubiera disputado la jornada en la que teníamos que jugar ante el Joventut en casa y, si hubiésemos ganado, posiblemente habríamos estado en ese play off, y por tanto entre los doce primeros. Lo que no podemos perder es la ilusión por la permanencia, por estar en la ACB, porque a partir de ahí es cuando podremos intentar ir a más.
«He estado 64 días en casa en el confinamiento e hice una media de diez kilómetros»
El Monbus Obradoiro confirmó el fichaje de Jake Cohen a finales de julio. Es el jugador que cerró la plantilla y, a diferencia de otros años, el presidente empezó su temporada de verano en Sanxenxo con el equipo ya atado, sin tener que estar pendiente de los últimos flecos del equipo.
—¿Cuanto tiempo lleva veraneando en Sanxenxo?
—Veraneando, no. Tengo la oficina en casa. Es otra de las cosas que hemos aprendido con esto. Cuando empezó esta pandemia, al principio me resistía a no ir a la oficina porque entendía que era lo correcto. Hasta que mi propia familia, y mi gente, me hicieron ver que había que trabajar desde casa, teniendo en cuenta lo que se veía venir. He estado 64 días en casa en el confinamiento, pero trabajando más que en la oficina, desde que me levantaba hasta que me acostaba. Hice una media de diez kilómetros diarios en el piso, sin salir a la calle, desde la mañana hasta la noche, con multiconferencias y demás cosas.
—¿Cómo se adaptó al aislamiento?
—Pues mire, yo que no soy de tecnologías modernas, he tenido muchísimas reuniones por videoconferencia y descubrí un mundo nuevo. Entiendo que hay muchas cosas que tienen que ser como antes. Pero también hay muchas en las que las tecnologías nos permiten salir adelante. A eso de viajar mucho a Madrid, a Barcelona, a Andalucía, allí donde tenemos empresas, se le podrá dar una vuelta y no será preciso tanto desplazamiento. Hay cosas en las que las relaciones personales no se pueden sustituir, pero hay muchos viajes que no serán estrictamente necesarias. Siempre se pueden sacar cosas positivas. La pandemia nos ha modernizado a todo el mundo, pero vuelvo a repetir que no todo se puede hacer por videoconferencia y teletrabajo.