Artem Pustovyi eleva su techo

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

SANDRA ALONSO

Firma su mejor curso en un año en el que los ojeadores de la NBA frecuentaron Sar

30 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Artem Pustovyi disfruta al fin de unos días de descanso. No muchos, porque a mediados de mes deberá incorporarse a la selección de Ucrania para disputar un partido amistoso antes de abrir otra de las ventanas FIBA. Por contra, en verano no habrá compromisos de los combinados nacionales y de nuevo tendrá tiempo libre por delante, salvo que lo llame alguna franquicia de la NBA para participar en alguna de las ligas de verano, en cuyo caso precisaría una autorización del Obradoiro a fin de cubrirse las espaldas ante una eventual lesión.

La perspectiva del asueto parece la más probable, por más que esta temporada hayan pasado más de una docena de ojeadores por Sar. El último, el jueves, de Dallas, con la vista puesta en el propio pívot ucraniano y en el francés del Baskonia Poirier.

En los dos últimos años Pustovyi solo ha parado quince días, por lo que agradecerá el cambio de rutina. Se ha ganado a pulso el descanso. Su progresión en Sar es geométrica y este curso ha firmado sus mejores registros.

Empezó desde muy abajo y el primer año fue muy duro. Arrancó con buenas sensaciones, a la sombra de Triguero. El mes largo que estuvo fuera el pívot español se le hizo muy cuesta arriba. Y el peor golpe todavía estaba por llegar. Fue el año en el que se incorporaron sobre la marcha Maric, Kolesnikov y Vasileiadis. Y cuando estuvieron todos los jugadores disponibles, fue el sacrificado en las convocatorias.

Lejos de hundirse, siguió trabajando con la intensidad de siempre. Víctor Pérez, el ayudante de Moncho Fernández que más horas trabaja con él, subraya que «nunca racanea y siempre está dispuesto a aprender».

Pone el ejemplo del pasado verano, en el que se fijó dos metas: mejorar en rebote e intimidación. Acabó la campaña en novena posición entre los jugadores que sumaron más capturas, con casi seis de media. Y solo se vio superado por otro gigante, Tavares, en la estadística de tapones.

Diez tiros libres sin fallo

Víctor Pérez también llama la atención sobre otro aspecto en el que ha dado un salto más que notable, el acierto en los tiros libres. Lanzó más del doble que el año anterior y subió nueve puntos el porcentaje, del 68 al 77 %, con más del doble de ensayos (de 63 a 129). Algo tiene que ver su disciplina de trabajo. Después de cada entrenamiento y antes de retirarse al vestuario se va a la línea de personal y hasta que convierte diez seguidos, sin fallo, no pone el punto y final.

Pustovyi tiene contrato en vigor con el Obradoiro, pero va a ser pieza codiciada. Su progresión no pasa inadvertida.