El pívot subraya que la capacidad y libertad para decidir un cambio en el último momento complica a los rivales
11 nov 2017 . Actualizado a las 17:47 h.Matt Thomas y Artem Pustovyi son los jugadores que suman más minutos en pista esta temporada, hasta la fecha. A continuación aparece Nemanja Radovic. En poco tiempo el internacional montenegrino ha entendido su rol en el equipo.
-Buen recibimiento en Murcia. Es de esos recuerdos que quedan para siempre
-Sí, pasé mucho tiempo allí. Murcia es como mi segunda casa. De verdad que me recibieron muy bien y fue muy bonito jugar otra vez allí. Además, ganamos.
-Y vuelve a estar convocado por Montenegro, el balance del Obra es 5-2... No se quejará del arranque.
-Sin duda, pero es temprano. Hay que seguir trabajando, espero que sigamos jugando bien y ojalá ganemos muchos partidos. Hay que tener los pies en el suelo.
-Decía Ibon Navarro que el Obradoiro es distinto, que es muy difícil preparar sus partidos. Antes como rival y ahora desde dentro, ¿también lo ve así?
-Sí. Como rival, en temporadas anteriores, era muy difícil preparar los partidos contra el Obradoiro. En cada momento podemos cambiar -ahora ya hablo como jugador del Obra-, intentamos leer cada situación, podemos cambiar en el último segundo, jugar para otro compañero, y eso hace muy difícil el scouting. En defensa también podemos cambiar.
-Se le ve muy adaptado al equipo, como si llevase mucho tiempo en Sar. Y no es fácil encajar a las primeras de cambio. ¿Lo confirma?
-Me veo muy bien, adaptado. Puede ser que porque hablo castellano. Me gusta estar concentrado todo el rato, en los entrenamientos y los partidos. Eso me ayuda, porque Moncho exige mucha concentración, no se puede fallar en ningún momento.
-Es un baloncesto que exige leer, interpretar y tomar decisiones. ¿Diría que es un marco rígido pero con mucha libertad individual?
-Es muy controlado, exige muchos detalles. Pero cuando el jugador se siente bien, siente que puede leer una situación, ir a canasta y anotar, nunca te va a preguntar por qué. Por eso hay libertad. Y exigencia.
-¿Es muy distinto para usted coincidir con Nacho Llovet o con Artem Pustovyi? ¿Es como jugar con dos chips distintos?
-Con Nacho yo puedo ser el cinco y él el cuatro, o al revés. Podemos intercambiar. Con Artem juego solo de cuatro. Con los dos me siento muy cómodo. Ya los conozco, sé cuáles son los puntos fuertes e intentamos aprovecharlos.
-Viene el Gran Canaria, un equipazo. ¿Tiene tanta variedad que puede jugar a diferentes cosas dentro de un mismo partido?
-En los últimos años es un equipo con mucha calidad. Este, también. Tienen tres pívots muy grandes, los tres son grandes como Artem. Tienen buenos tiradores, buenos bases. Es un equipo profundo, con jugadores capaces de hacer varias posiciones. Y son bastante duros. Juegan muy físico. Tenemos que responder, ser listos y hacer nuestro mejor baloncesto para ganarles.
-¿Cuál cree que es la clave del buen inicio del Obradoiro?
-Es buen balance. Nunca se sabe cómo va a empezar un equipo. Creo que tenemos muy buena química entre nosotros, jugadores y entrenadores. Esa es la razón principal. También estamos entrenando muy bien, aunque algunas veces eso no es suficiente. Las relaciones son muy buenas, en la pista y fuera.
-En pretemporada se veía venir un equipo con muchos triples y menos certezas en defensa. Y está sucediendo lo contrario. ¿Cómo lo ve?
-En pretemporada parecía que íbamos a partidos de muchos puntos. Creo que dice una cosa buena de nosotros, porque somos muy polivalentes, podemos hacer bien las dos cosas. Para ganar en ACB es muy importante defender bien y creo que ahí lo estamos haciendo bien. Para seguir ganando debemos seguir en esta línea. En ataque, creo que hay suficiente talento para meter. Tenemos exteriores y jugadores que pueden ir al poste bajo.
-¿Le están yendo las cosas como esperaba cuando firmó por el Obradoiro?
-Me siento muy cómodo desde el primer día. Hemos empezado muy bien y esperamos seguir en esta línea.