Trabajadores de Alcoa, entre la desesperación y la esperanza

S. Corral CERVO / LA VOZ

A MARIÑA

Imagen de la movilización de esta mañana ante la fábrica de San Cibrao
Imagen de la movilización de esta mañana ante la fábrica de San Cibrao Xaime Ramallal

Mientras en el TSXG se celebraba la vista sobre las medidas cautelares

28 oct 2020 . Actualizado a las 18:01 h.

En torno a Alcoa hay un sinfín de frentes abiertos y noticias cada día, pero en realidad novedades de trascendencia muy pocas. Mientras tanto, los trabajadores siguen peleando entre la desesperación -porque nadie mueve ficha- y la esperanza -en que Gobierno y Xunta reaccionen-.

Ayer, mientras en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia se celebraba la vista por las medidas cautelares solicitadas por los sindicatos CC.OO., UGT y CIG para evitar el cierre de la planta de aluminio y el ERE mientras la Justicia no tome una decisión en firme, en San Cibrao los trabajadores protagonizaban a mediodía una protesta o movilización sorpresa «para hacerse ver». Para ganar visibilidad, para dejar patente que siguen ahí en la lucha, peleando por salvar la fábrica hasta el último momento.

Entre las 13 y las 15 horas montaron barricadas y gritaron consignas de lucha, cánticos que los mariñanos saben de memoria y hacen suyos (lo han hecho en numerosas manifestaciones), «Guerra, guerra, guerra», «Goberno escoita, A Mariña está en loita», «Xunta escoita, A Mariña está en loita» y «Enerxía, solución» y algunas más.

La pelea de los trabajadores desde el primer momento es ejemplar. Esta semana tuvieron el apoyo de los máximos representantes de Asime, la Asociación de Industrias Metalúrgicas de Galicia; los empresarios gallegos del metal respaldando a los trabajadores. La producción de aluminio primario es esencial, estratégica, y ya solo queda en España, como saben, la fábrica de San Cibrao.

Mientras el TSXG toma una decisión sobre las medidas cautelares, los trabajadores aguardan reacciones. Reacciones que difícilmente se van a dar, el Gobierno no parece inclinarse por una intervención de la fábrica, como demanda el comité y el Parlamento gallego y los partidos desde el Congreso. Van a agotar las vías legales y, sobre todo, tratar de alcanzar un «entendimiento» con Alcoa para que proceda a la venta.

«La solución no está en los juzgados, está en manos de los políticos», repitieron más de una vez desde el comité, pero todo apunta a que sí está más en manos de la Justicia, aunque esta opción pueda ser larga y dilatarse en el tiempo con largos procesos judiciales. En principio está ya en manos del TSXG.

Habrá que seguir esperando. Es tiempo de hechos más que de palabras, y los trabajadores aguardan impacientes eso, hechos, decisiones, que de momento no llegan. Y siguen con su huelga y su campamento.