Francisco García Santamarina, ganadero jubilado de 60 años, ha visto el oro que esconde el suelo de Salave. «Empecé con 14 años, en el 62 o el 63, venían los canadienses y yo hacía de guía; les acompañaba en los sondeos y vi las muestras que extraían», cuenta. A comienzos de los 50 «ya funcionaron las minas, pero sacando molibdeno, porque el oro está diseminado, rodeado de más minerales, aquí también sale zinc». La concesión fue pasando de una empresa a otra, hasta recalar en Astur Gold, con base en Vancouver (Canadá).
Este vecino de Salave (a comienzos de los 90 intentaron comprarle la casa, con fincas colindantes a la superficie propiedad de Astur Gold) preside la Plataforma Oro No, creada en 2005, cuando Río Narcea Gold Mines inició los trámites para explotar el yacimiento. «Cuando se fundó éramos 47 vecinos y ahora, 500, de Oviedo, toda Asturias, Madrid, mucha de Galicia», relata. García Santamarina se opone a la mina: «En el Occidente de Asturias el 60% de la población vive del campo, el 20% del mar y el resto del turismo. En los concejos de Tapia, Castropol y El Franco, si esto llegara a funcionar, cuando salgan metales pesados en los análisis de los pastos y el maíz, las empresas lácteas dejarán de recoger la leche; los percebeiros, con la boca de la mina a cien metros del mar, no podrán trabajar si aparecen vertidos y contaminación, que se filtrará».
«Creo que es enterrar unos sectores para resucitar otro y los puestos de trabajo que dicen que van a crear..., no es creíble. En las minas de Belmonte y Carlés son media docena... Desconfío porque sé que prometen una cosa y luego hacen otra, qué pasará con la balsa de cianuro», abunda. El presidente de Oro No mira al futuro con pesimismo: «Si tienen todos los permisos en regla y cumplen todas las normativas, creo que acabará por funcionar. Con el anterior Gobierno del Principado, Areces nos dijo en una reunión en Peñarronda que mientras él fuera presidente no permitiría semejante atrocidad. Ahora PSOE, PP y Foro Asturias apoyan el proyecto minero». Aún así, no tiran la toalla y pelearán hasta el final.