Los secretos que guarda el castro costero de Cabo Blanco

Daniel Gayoso EL FRANCO/LA VOZ.

A MARIÑA

La arqueóloga Isabel Hidalgo se encarga de reconstruir muchas piezas e investiga sobre la ocupación del yacimiento

13 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Occidente asturiano está lleno de castros costeros, pero el de Cabo Blanco, en El Franco, destaca entre todos por su situación y por los restos que se han hallado gracias a las excavaciones. Tras seis años de intensos trabajos, se ha querido dedicar el 2010 a analizar profundamente cada una de las piezas halladas e intentar recomponerlas, todo con el objetivo de seguir encontrando nuevos datos que definan la historia de este asentamiento.

Está claro que Cabo Blanco estuvo habitado entre la Edad de Hierro y los siglos I o II después de Cristo, pero aún se desconocen muchos detalles que ahora tendrán que explicar los arqueólogos. Esa sabiduría se encuentra oculta en los centenares de piezas que han salido del castro y que, desde hace unos días, se analizan en las escuelas rurales de El Franco. Allí, la arqueóloga Isabel Hidalgo tiene por delante un gran trabajo para reconstruir muchas de las piezas e intentar profundizar en los detalles de este yacimiento. No está resultando nada fácil juntar las piezas, principalmente por su ingente cantidad y, además, porque no presentan un estado de conservación óptimo. «Es como hacer un puzzle. A veces es pesado y desesperante, sobre todo cuando estás un día entero buscando piezas que te encajen y no lo consigues. Pero bueno, es como cualquier otro trabajo», aseguró Isabel Hidalgo. Hace ya tiempo que se sabe con cierta exactitud la época de esplendor del castro, todo ello gracias a las pruebas del Carbono 14 que se le han aplicado a muchas piezas y a los restos que han aparecido enterrados. «Los materiales que se encuentran varían dependiendo de la fase en la que estuvo habitado. Hemos encontrado muchos materiales cerámicos, algunos metálicos y ciertos fragmentos de vidrio. Hay cerámica indígena de tipo castreño y otras de influencia romana», comentó la arqueóloga.

Los expertos creen que ese castro es, por su elevada extensión, el más importante de la comarca y uno de los más importantes de Asturias.