Ribadeo se olvida de la Casa de Alba

A MARIÑA

Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo se mostró dispuesto a ceder gratis al Ayuntamiento durante cien años una colección de 52 atuendos reales

22 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El 11 de julio de 2007 forma parte de la historia íntima de Ribadeo. Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, primogénito de la duquesa de Alba, visitaba la localidad para inaugurar una exposición organizada por la Casa das Letras coincidiendo con el 50 aniversario de la integración del Condado de Ribadeo en la Casa de Alba. Se trataba de 22 fotografías a tamaño real de otros tantos trajes -de un total de 52- de Alfonso XII y Alfonso XIII, además del de la coronación del Rey Juan Carlos I. Ribadeo vistió sus mejores galas y Carlos Fitz-James lo agradeció. Tal fue así que se mostró dispuesto a ceder al Ayuntamiento durante cien años los trajes originales. Una oportunidad única, un patrimonio histórico sobresaliente que podría contribuir a hacer de Ribadeo un referente cultural. Pero todo quedó en nada.

Consultado al respecto el alcalde ribadense, Fernando Suárez (BNG), reconoce que ignoraba este ofrecimiento. Aunque lo valora y dice que lo tendrá en cuenta, la asfixia económica de los ayuntamientos convierte la opción de crear un museo en un quiero y no puedo. Suárez mira a la Torre de los Moreno como posible sede, pero para ello sería preciso rehabilitarla. En la actualidad Ribadeo carece de un local apropiado para albergar los trajes, que debería reunir unas condiciones especiales, por ejemplo de humedad y seguridad. Y el Concello de Ribadeo no está para estas alegrías. No obstante, es una baza a la que se agarra Suárez para realizar gestiones de cara al futuro.

El gerente de la Casa das Letras, Andrés López-Santos Santiago, considera que el ofrecimiento que en su momento hizo el hijo de Cayetana de Alba sigue en vigor: «Cando veu o duque de Huéscar falouse con el e estaba disposto a dúas cousas: a que os traxes viñeran aquí cedéndoos durante cen anos por medio dunha fundación e a que un historiador da vila puidera ir ao Palacio de Liria en Madrid a estudar os documentos que hai do condado de Ribadeo, que abarcaba dende Foz ata case Navia. De momento eses ofrecementos quedaron no olvido».

«Eu comprendo que crear un museo do traxe real supón un gran gasto, pero tamén sería un atractivo turístico e cultural moi importante para Ribadeo. Quizais haxa que esperar a que se restaure a Torre dos Moreno, aínda que tamén se podería mirar de dedicar unha parte do antigo colexio das monxas, onde se vai facer o albergue de peregrinos, para albergar a exposición. En fin, son cousas que se poderían estudar, porque nós temos boa relación coa secretaria da Casa de Alba e no seu momento se dixo que a cesión dos traxes é unha opción que está aí para cando se queira», añadió Andrés López-Santos.

Con motivo de la exposición, la Casa das Letras publicó un libro sobre los trajes reales. El interés que suscitó no pasó desapercibido para el Museo del Traje de Madrid, desde donde solicitaron un ejemplar pues al parecer ignoraban la historia de los atuendos reales de la Casa de Alba.

La tradición tiene un curioso origen. Todo surgió como un privilegio que el rey Juan II de Castilla otorgó a Rodrigo de Villandrando, conde de Ribadeo, por cómo lo defendió el día de la Epifanía del año 1441, cuando se dirigía con treinta caballeros a Toledo para reducir la ciudad y fue sorprendido por 200 soldados. «E por memoria de tan leal e animoso fecho, señalado servicio, vos me pedisteis por Privilegio, e preeminencia especial, que vos, e los otros Condes, vuestros Sucesores, que después vinieren, hayan y lleven, e les sean dadas las Ropas e Vestiduras enteramente, que Nos e los Reyes nuestros sucesores en Castilla y León, que después de Nos vinieren, vistiéramos en el sobredicho día de la Epifanía de cada año, por siempre jamás, a vos e a los que vos sucedieran en vuestro Condado de Ribadeo», dice la escritura del año 1441 firmada por Juan II. El privilegio de la entrega del traje incluía un meticuloso e interesante protocolo que se repetía año tras año.

Cuando el condado de Ribadeo se integró en la Casa de Alba, hace algo más de medio siglo, las vestimentas reales fueron para ésta. Son atuendos que pertenecieron a Alfonso XII, Alfonso XIII y Juan Carlos I.

Dos años de gestiones

«Coñecimos a historia, gustounos e comezamos a facer xestións chamando á Casa de Alba. Tardamos dous anos en que nos deran permiso para fotografiar os traxes. As fotos témolas gardadas, pero unhas cantas e un panel con todos os traxes en pequeno, pódense ver na Casa das Letras», explicó Andrés López-Santos.