Banderas con mucho arte

Dolores Asenjo Gil

AL SOL

07 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaza bullía de vida. Objetivos pretenciosos y móviles de última generación pugnaban por captar la belleza intemporal de aquella vetusta construcción. La gente entraba y salía en continuo fluir. Los cientos de ojos, quizás miles, que admiraban las agujas pétreas de la catedral, de pronto descendían hacia el modesto suelo que pisaba la multitud. Cuatro artistas arrodillados y con los dedos teñidos del polvo de las tizas se esmeraban en sus creaciones. Cuatro formas de alfombrar la calle, de desnudarse y mostrarse a los demás.

Nos acercamos a aquel que concentraba mayor número de curiosos. Un gran círculo contenedor de otros muchos más pequeños y todo ello circundado por un amplio borde verde, que interpreté como un guiño al mundial de fútbol, aludiendo al campo de juego. Al lado, un interrogante. ¿Está mi bandera? Varios de los círculos lucían colores, otros esperaban turno. Con un rápido vistazo comprobamos que la nuestra estaba y depositamos, complacidos, una moneda sobre ella. El público pedía su bandera, el artista, solícito, cumplía deseos y los espectadores satisfechos ofrecían monedas, incluso algún billete. Callejeamos y de regreso comprobamos que la obra estaba terminada. La gente seguía arremolinada a su alrededor. Los pequeños mecenas habían ideado un juego para colaborar: lanzaban las monedas y la puntería decidía el país beneficiario. En todo caso, la sonrisa estaba garantizada.

La gélida belleza de una dama medieval, pintada unos metros más allá, se marchitaba en solitario. El cuenco metálico que la acompañaba tan solo contenía dos monedas. Su artífice, intrigada, se unió al círculo de mirones. Su rostro mutó de la sorpresa a la incredulidad y, finalmente, al enfado. Con sumo desprecio le espetó al despreocupado pintor de estandartes: «Esto no es arte, es una bazofia». Sin embargo, aquellos humildes retazos de solería coloreada sorprendían y entusiasmaban a los viandantes. Artista y público habían conectado. Un símbolo, una idea, un mensaje. Arte, efímero, pero arte.

Dolores Asenjo Gil

57 años.

Granada.

Funcionaria.