Alerta roja en el Elíseo tras la derrota conservadora en el Senado
INTERNACIONAL
La izquierda puede bloquear el presupuesto y la reforma constitucional
27 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Corren malos tiempos para la UMP de Nicolas Sarkozy. La victoria de la izquierda francesa el domingo en el Senado llega cargada de malos presagios para el presidente de la República a siete meses de las presidenciales. Los tenores de su partido se esfuerzan en atribuir el fracaso conservador a las matemáticas, pero no solo votaron a la izquierda quienes estaba previsto.
Sarkozy se reunió ayer largamente con el primer ministro, François Fillon, y el secretario general de la UMP, Jean-François Copé. Un Senado dominado por los socialistas augura un día a día difícil para el Gobierno conservador y un freno para algunos de los proyectos.
Dificultades
Nicolas Sarkozy ya no podrá reunir los votos necesarios para reformar la Constitución e incluir en ella la regla de oro presupuestaria. También tendrá serias dificultades para sacar adelante los presupuestos del año de la elección presidencial.
Los socialistas superan ahora en dos escaños la mayoría absoluta en la Cámara alta, pero no es solo el resultado de su aumento de votos en las municipales y regionales. Alain Juppé, ministro de Exteriores, fue uno de los primeros en reconocer el «fracaso» de la UMP, porque la división interna les ha hecho perder escaños en «una tendencia suicida que habrá que superar». Los resultados de París suponen un serio tirón de orejas al aparato conservador. Insensibles a las presiones del Ejecutivo, los grandes electores de la derecha han apoyado masivamente al candidato disidente Pierre Charon. La deserción ha sido masiva donde la derecha ha acudido dividida.
Sarkozy ha pagado también su confusa reforma de las entidades territoriales, que deja sin cargo a consejeros locales y departamentales, y se ha encontrado con la revolución en el campo. La Francia profunda ha roto con la tradición y por primera vez se ha inclinado hacia la izquierda. Un cambio de tendencia nada tranquilizador para el palacio del Elíseo.
La última semana ha sido espantosa para Sarkozy. Los sondeos lo sitúan entre un 24 % y un 37 % de popularidad, una de las cotas más bajas de un presidente a finales de su primer mandato. Pero, además, ha visto como amigos y colaboradores aparecen implicados en el escándalo Karachi, sobre la financiación de la campaña del 95. La caída del palacio de Luxemburgo en manos de la izquierda abre la vía a incómodas comisiones de investigación. De momento, los resultados electorales no han tenido más repercusión que la sustitución de la nueva senadora Chantal Jouanno por el exyudoca David Douillet en la Secretaría de Estado para el Deporte.
A la derecha le queda una esperanza, renovar al presidente del Senado aprovechando que, en plenas primarias, los socialistas tienen dos candidatos.