Desde que se hizo pública la investigación de la Fiscalía de Milán a Silvio Berlusconi por prostitución de menores y abuso de poder, y se publicaron las transcripciones de las llamadas telefónicas entre las jóvenes asiduas a sus fiestas, un creciente malestar está tomando forma entre muchos italianos. No son solo los partidos de la oposición los que piden la dimisión de Silvio Berlusconi, sino también grupos de ciudadanos y asociaciones como Libertá e Gisutizia, que el pasado sábado reunió en Milán a más de 10.000 personas. Entre los oradores estaban Roberto Saviano y Umberto Eco, quien dijo estar allí para «defender la dignidad de Italia». Al día siguiente, el Pueblo Violeta organizó una protesta ante la mansión de Berlusconi.
El próximo domingo, las protagonistas serán las mujeres, que bajo el lema «Si no es ahora, ¿cuándo?» dejarán oír su voz. Se han organizado manifestaciones en 115 ciudades, a las que ya se han adherido más de 50 personas que se sienten ofendidas por la imagen que el caso Ruby y las fiestas de Il Cavaliere están dando de las mujeres.