El presidente venezolano, Hugo Chávez, había convocado a sus seguidores al palacio de Miraflores para salir al «balcón del pueblo» y festejar el triunfo, desde donde lo hace habitualmente. Sin embargo, ni se asomó. Sus seguidores se retiraron poco después de la medianoche, tras conocerse que no habían obtenido la mayoría cualificada.
La oposición lo interpretó como que se vio derrotado al no alcanzar los 99 diputados.
En términos de votos, es la segunda derrota de Hugo Chávez y la más amplia. Él mismo había declarado que estas elecciones eran un plebiscito de cara a las presidenciales del 2012, para las que ya se postuló.
En la plaza Altamira, en Caracas, donde la oposición suele congregarse, tampoco hubo mayor actividad tras el anuncio de los resultados. A través de las redes sociales bullía el descontento y las acusaciones de fraude. Se señalaba que la Ley Electoral rompe el principio de la representación proporcional. Hubo tímidas celebraciones opositoras en Zulia y Táchira, donde la MUD logró sus victorias más amplias.
El colectivo universitario, vanguardia del movimiento opositor (y que logró varios escaños) está convocando a asambleas de ciudadanos para los próximos días, para definir la agenda legislativa.
El PPT, que se había promocionado como una alternativa al chavismo, no ha reaccionado tras sufrir también una dolorosa derrota en unos comicios que contaron con una participación del 66,45%. Sus dos diputados, sin embargo, pueden volverse cruciales para que el oficialismo logre las tres quintas partes de la Asamblea.