Un albanés mata a una jueza de paz y a su secretario cerca del palacio de justicia de Bruselas
INTERNACIONAL
Un ciudadano de origen albanés, enfurecido con la justicia belga por haberle denegado la custodia de sus hijos, quiso vengarse ayer, hacha y pistola en mano, por esa decisión que consideraba injusta y abatió a tiros a una jueza de paz y a su secretario en una sala situada a pocos metros del palacio de justicia, en Bruselas. Después se dio a la fuga.
Las víctimas son la jueza de paz Isabelle Brando, de 61 años, que estaba a punto de jubilarse, al igual que su asistente, cuyo nombre no fue facilitado. A ambos les faltaban, según la radio belga, «muy pocos meses» para poder disfrutar de una pensión anticipada. Su muerte ha abierto un debate sobre la seguridad de la justicia en el país.
«Es un drama nacional. Es la primera vez que algo así ocurre en Bélgica», se lamentó el ministro de Justicia en funciones, Stefaan De Clerck, que sin embargo se adelantó a posibles críticas diciendo que es imposible colocar policías y cámaras de seguridad en todas las salas de todos los juzgados del país.
La policía lanzó un operativo a gran escala y cerró todo el perímetro exterior de Bruselas con el objetivo de intentar capturar al autor de los asesinatos, cometidos a sangre fría. Según los primeros datos que ha divulgado la policía, el asaltante llevaba ya un buen rato dentro del edificio judicial esperando a que la jueza y su asistente entrasen en la sala de audiencias. Entonces sacó su arma y comenzó a disparar.
Además de las dos víctimas mortales, que quedaron tendidas en el suelo en medio de un gran charco de sangre, según narraron testigos oculares, se encontraban presentes en la sala tres abogados.
En los últimos años, las lagunas en el sistema judicial belga han provocado varias fugas de cárceles y juzgados e, incluso, la evasión durante unas horas del criminal más famoso del país, Marc Dutroux.