Tres suicidas disfrazados con burkas atacaron la «jirga», que reúne en Kabul a 1.600 notables afganos
03 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Los talibanes respondieron ayer con bombas y atacantes suicidas a la jirga de la paz, una asamblea nacional con cientos de líderes afganos convocada por el presidente Karzai para discutir cómo llevar a los insurgentes a la mesa de negociaciones. Los atentados fracasaron en su intento de detener el encuentro, pero enviaron el mensaje de que los fundamentalistas no tienen intención de iniciar conversaciones de paz.
Diez minutos después del discurso inaugural de Karzai, el primer cohete impactó unos 500 metros más allá de la Universidad Politécnica, el lugar donde se lleva a cabo la jirga. El mandatario tuvo que hacer una pausa cuando muchos de los participantes con barba y turbantes se levantaron de sus asientos. «No se preocupen, siéntense, con calma. Todo está bien. Estamos acostumbrados. Incluso mi hijo de tres años está acostumbrado», intentó calmar los ánimos Karzai.
El primer ataque fue seguido por al menos tres explosiones más, mientras los helicópteros sobrevolaban el área en el oeste de Kabul. Las fuerzas de seguridad informaron de que tres atacantes suicidas, vestidos con ropas de mujer, intentaron entrar en el edificio. Un portavoz señaló después que dos de ellos habían sido abatidos y el otro detenido. No se reportaron muertos o heridos civiles.
Un portavoz talibán dijo que los ataques tenían perseguían detener la asamblea, que, según cree, busca salvaguardar los intereses de EE.?UU. Los talibanes han reiterado que boicotearán las negociaciones mientras las tropas extranjeras no salgan del país.
Pese a los reveses, Karzai consiguió reunir a 1.600 jefes tribales, miembros del Parlamento, autoridades regionales y líderes religiosos. Defendió la jirga diciendo que puede ayudar a conseguir el consenso necesario para alcanzar la paz.
Las negociaciones están siendo impulsadas nueve años después de que los extremistas fueran derrocados y cuando las fuerzas de EE.?UU. y la OTAN están cada vez más convencidas de que el conflicto no podrá ser resuelto por la vía militar. El enviado especial de la ONU para Afganistán señaló que se contaba con ataques como los de ayer, pero que eso no impedirá encontrar una línea común para las negociaciones.
Karzai apuntó además que muchos de los milicianos que llevan a cabo ataques así son parte de Al Qaida y que no pueden ser incluidos en el proceso de reconciliación. Otros, sin embargo, son forzados a unirse a los insurgentes. «Hay miles de talibanes que no son enemigos, sino gente común y corriente como ustedes y yo», indicó. La asamblea cuenta con el apoyo de los países de la OTAN.